Dylan pasa por diferentes etapas: folk, folk rock, rock, católica... ahora me parece que está con un formato interesante. Más que como un cantante, lo escuché como un monje rapero, que dice las canciones más que cantarlas, acompañado por una muy buena banda de folk rock. Sería como una especie de Goyeneche del rock. No sé si hoy en Vélez cambiará mucho el repertorio, pero en Córdoba tocó un solo tema con la guitarra y después dejó de enfrentar la cara a la gente. Se fue al teclado y tocó más bien de espaldas, mirando más al baterista que al público. ¿El repertorio? Del material viejo toca “Like a Rolling Stone”, “Master of World” y “Blowin’ in the Wind”, pero hace varias de los dos últimos discos (Love and Theft y Modern Times). Las versiones de los temas viejos son casi irreconocibles, por ahí uno las agarra cuando aparece el estribillo, pero están muy cambiadas. En 1991, cuando vino la primera vez, cantaba más y tenía una voz diferente; ahora parece Leonard Cohen. Tiene la voz más reventada que Joe Cocker. Igual, yo no soy objetivo con Dylan. Lo iría a ver cinco veces más. Para mí sigue siendo el más grande.

(León Gieco abrirá la noche a las 20 y sumará, a su set habitual, un homenaje a Violeta Parra, Víctor Jara, Chico Buarque e Iván Lins, con la participación del trío Aca Seca y, probablemente, de Gustavo Santaolalla.)