“Me gustó muchísimo estar en Bogotá”, admite Guadalupe Ne-ttel. “No me imaginaba que las políticas de fomento de la lectura pudieran ser tan exitosas. Fuimos a barrios marginales a dar charlas y la gente iba y estaba ávida de que le contaras cosas. En un momento me acerqué a un puesto en el que vendían chicles y refrescos y el vendedor estaba leyendo a Sófocles. Esto jamás habría sucedido en México; creo que todos nos quedamos muy impresionados, excepto los cubanos, que tienen un tipo de educación muy distinta.” La escritora mexicana cuenta que entre los 39 escritores, considerados como las jóvenes promesas de la literatura latinoamericana, no se formaron bandos. “Era rarísimo que nadie estuviera hablando mal de los demás”, bromea Nettel.

–¿Por qué un mexicano o un argentino está más informado de lo que se publica en España que en Latinoamérica?

–Tenemos un problema de eurocentrismo; es espantoso, pero sigue habiendo una situación de colonización. Para que a un autor uruguayo lo lean en México tiene que pasar por una editorial española. Hay que establecer puentes entre nosotros, porque somos una cultura muy potente. Cada vez que conozco más países de Latinoamérica, me doy cuenta de que tenemos una energía que no hay en Europa y que deberíamos aprovechar.