Será muy tarde. O muy temprano. Pero será algo muy especial: el martes, poco antes del amanecer, la Luna llena sufrirá una lenta y colorida metamorfosis. Habrá eclipse total. Y se verá parcialmente desde todo el país. Sí, parcialmente, porque de la Argentina sólo podremos disfrutar de la primera la mitad de la película: todo el comienzo y buena parte de su momento culminante, pero no el resto. Sin embargo, perdernos la segunda mitad del fenómeno tendrá un espectacular premio: ver una puesta de Luna roja”.

El eclipse comenzará a las 5.51 de la madrugada del martes: en ese momento, nuestro satélite ingresará en el cono de sombra terrestre (la “umbra”). Y desde Buenos Aires y alrededores estará a casi 20 grados sobre el horizonte del Oeste. Con el correr de los minutos, la sombra irá avanzando sobre la Luna, que irá perdiendo altura. Dos juegos de apariencias: en realidad, será la Luna la que avanzará (siguiendo su órbita) sobre el cono de sombra de la Tierra. Y será la rotación terrestre la que la hará “caer” en el cielo. Hacia las 6.30, en pleno crepúsculo, ya estará eclipsada en un 50 por ciento. Y a unos 10 grados sobre el horizonte.

La parte central del gran show celeste arrancará a las 6.52: será el inicio de la “totalidad”. Pero lejos de desaparecer, la Luna, completamente hundida en la sombra terrestre, tomará un pálido color rojizo-anaranjado. ¿Por qué? La atmósfera de la Tierra “refracta” algo de luz solar hacia adentro del cono de sombra. Y ese poquito de luz tiñe a nuestra vecina de esos colores (que son, justamente, las longitudes de onda refractadas), salvándola de la oscuridad total. Para ver la “Luna roja” –tal como se la suele llamar en estos casos– habrá que ubicarse en lugares donde el cielo del Oeste esté libre de obstáculos, porque la escena ocurrirá a pocos grados de altura. Finalmente, a las 7.22, y después de media hora de eclipse total, la Luna se ocultará detrás del horizonte porteño. Faltarán minutos para la salida del Sol, del otro lado del cielo. Las provincias del oeste de Argentina seguirán viendo la Luna (totalmente eclipsada) por unos 30 o 40 minutos más. Pero la parte final del fenómeno (la lenta retirada de la sombra) no se verá desde ningún lugar del país.

A disfrutar de la (gran) parte de eclipse que nos toca. Al fin de cuentas, desde Europa y Africa no se verá nada de nada. Y luego, a esperar el próximo show lunar: será el 20 de febrero de 2008. Eso sin contar el inminente eclipse parcial de Sol, el próximo 11 de septiembre. Pero de eso ya nos ocuparemos más adelante.