El atlas del medio ambiente. Amenazas y soluciones
Le Monde Diplomatique,
Capital Intelectual, 98 págs.

“Una sociedad se define no sólo por lo que crea sino también por lo que decide no destruir.” Si fuera necesario dar una respuesta inmediata sobre el origen de esta frase, en esos programas televisivos que “exploran” el saber general de sus participantes, no sería difícil caer en el error de pensar que pertenece a un slogan de Greenpeace, defensores por excelencia (a veces hasta la exageración) de selvas, animales y todo aquello que sea atacado por la “mano del hombre”.

Pero fue Edward Osborne Wilson, entomólogo y biólogo estadounidense, quien no solo acuñó esta expresión sino que también popularizó el término “biodiversidad” en la academia y la literatura científica mundial. Así comienza El atlas del medio ambiente, una entrega especial de Le Monde Diplomatique que ofrece una serie de claves para adentrarse en el delicado terreno medioambiental.

La obra se divide en dos secciones. “Las amenazas del planeta...” enumera una serie de riesgos a los que el planeta se encuentra sometido. Las respuestas o alternativas a estos problemas se hacen esperar pero encuentran su lugar en “...y lo que puede salvarlo”.

Quizás en René Durmont, considerado el padre de la ecología política en Francia, se encuentre una de las claves para entender la importancia de la concientización de las sociedades mundiales –si es que existe algo así– sobre la finitud de los recursos naturales. En Argentina, la Ley de Bosques (www.leydebosques.org.ar), sancionada en noviembre pasado, en principio, pareciera ser un gesto de preocupación por los desmontes y la cuestión ambiental. Habrá que esperar para saberlo. ¿Tenemos tiempo?.

Adrián Pérez