Sáb 27.06.2009
futuro

Gripe porcina: La parábola de un virus

› Por Viviana Bernath *

Este año el otoño llegó acompañado por una nueva amenaza, la de la gripe porcina. En cada esquina escuchamos preguntas tales como: ¿Cómo afectará a nuestro país? ¿La tasa de mortalidad será muy alta? ¿No habrá sido exagerado cerrar las fronteras con México? Mi hijo viajará a Estados Unidos en unos días, ¿será peligroso? ¿Deberemos extender el uso del barbijo?

Para poder discutir, con alguna propiedad, el valor de las respuestas a este aluvión de preguntas resulta conveniente entender el significado de algunas palabras o conceptos que empleamos. Lo primero que hay que aclarar es esto: ¿qué es una gripe?

La gripe o influenza es una enfermedad que pueden padecer tanto las aves como los mamíferos. En los seres humanos afecta principalmente las vías respiratorias y puede manifestarse con un resfrío, fiebre, dolor de garganta, de estómago o mediante dolores en las articulaciones y los músculos, o bien como un malestar general. Cada tanto, puede producir complicaciones más graves y resultar mortal. En la gripe, el agente que provoca la infección es un virus.

¿Qué son y cómo actúan los virus? Los virus son partículas microscópicas que no pueden replicarse autónomamente. Para hacerlo, deben penetrar en una célula huésped y utilizar su maquinaria metabólica para multiplicarse. Los virus viven como parásitos en el interior de sus hospedadores. También resulta importante saber que, a partir de una única partícula viral, dentro de la célula infectada se producen muchísimas copias del virus invasor. Todas capaces de salir y atacar nuevos blancos.

¿Cómo se transmite la gripe de persona a persona? Cuando se padece una gripe, las partículas virales pueden salir del individuo enfermo (infectado) y trasmitirse a uno sano a través de gotas cargadas de estos microorganismos que nosotros mismos emitimos, involuntariamente, al toser, estornudar o hablar.

Los virus no sólo afectan células humanas. Pueden atacar células de plantas, animales, hongos y hasta bacterias. En la naturaleza hay una enorme variedad de virus. Cada variante tiene características propias. Estas diferencias hacen que algunos de ellos tengan, por ejemplo, mayor facilidad para invadir una célula vegetal que una animal y, aun dentro de las células animales, algunos virus “prefieran” las células porcinas a las humanas o las de aves a las vacunas.

Pero a esto hay que añadir algo más: los virus tienen otra particularidad y es su alta capacidad para mutar o transformarse. Estas transformaciones se producen al azar. Es suficiente con que una única partícula viral mute y comience a replicarse para que ese cambio se propague infinitamente. El problema se genera cuando, a consecuencia de estos constantes cambios, el virus mutado adquiere nuevas capacidades, como por ejemplo la de replicarse dentro de un nuevo hospedador.

Así fue como un tipo viral que era capaz de penetrar sólo en células porcinas, pudo, a partir de una mutación, no sólo hacerlo en células humanas también, sino además transmitirse entre personas. O sea, lo excepcional de la infección viral que hoy nos preocupa es esa nueva capacidad de contagio que adquirió un virus propio de los cerdos: pasar de un ser humano a otro. También nos preguntamos cómo es posible que una cepa nueva de virus se origine en un sitio del mundo y desde allí se propague con tanta facilidad. De acuerdo con la información recabada, la enfermedad se originó en México, en una ciudad llamada La Gloria.

A comienzos de marzo de este año, una gripe muy virulenta, pero estacional, afectó prácticamente al 60 por ciento de los residentes de La Gloria, ciudad localizada cerca de una granja de cerdos que cría anualmente alrededor de un millón de animales.

En algún momento, un virus que potencialmente afectaba sólo a los cerdos intercambió material genético con un tipo de virus de la gripe humana. De este modo el virus porcino, mutado, adquirió la posibilidad de infectar seres humanos y esparcirse fácilmente entre ellos.

Luego, mediante la tos, los estornudos y las secreciones nasales de las personas comenzó a desplazarse desde su ciudad natal. Primero hacia la ciudad de México D.F., desde donde continuó su recorrido por el resto del mundo.

Sin embargo, pareciera que, tomada a tiempo, la enfermedad se comporta como una gripe controlable y que sólo cada tanto podría producir complicaciones y llegar a ser mortal. Es más, si se diagnostica al paciente al inicio de la infección, se le puede suministrar una droga antiviral que permite curarlo.

¿Por qué el peligro de una pandemia? Si no se controla el avance de este virus podría ocurrir que, en algún sitio, se genere una nueva mutación que lo convierta en más agresivo. La realidad mundial es que hay millones de personas que viven en pésimas condiciones de salud e higiene a quienes una variante más virulenta podría afectar significativamente.

* Doctora en Biología Molecular.

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