CIELITO LINDO
Astronomía a simple vista
Elsa Rosenvasser Feher
Siglo XXI, 120 págs.

Depósito inabarcable de la curiosidad humana, bóveda atiborrada de seres mitológicos y dioses directores de la creación y destrucción, el cielo no sólo hace bullir inquietudes meteorológicas oportunistas sino que destila con más prestancia los ingredientes básicos que despiertan la fascinación. Sucede que, a contramano de lo que el común de los mortales supone, en vez de ser algo a ser sufrido, todo lo que ocurre arriba de nuestras cabezas es proclive a ser disfrutado con devoción y voracidad. Mirar el cielo, dejarse llevar por su deslumbrante majestuosidad es en realidad el camino indicado para un goce perceptivo, ontológico y cognitivo del que supieron hacer culto casi todos los pueblos que rondaron la superficie del planeta: como señala Elsa Rosenvasser Feher –profesora emérita de física y miembro del Centro de Investigaciones sobre la Educación en Matemáticas y Ciencias (Universidad Estatal de San Diego, California, Estados Unidos)– en Cielito lindo: astronomía a simple vista, cada cual le dio un uso particular a uno de los protagonistas del telón celeste, las estrellas: los fenicios las emplearon para orientarse en el mar Mediterráneo; los egipcios las asociaron con divinidades; y mayas y aztecas se las arreglaron para hacer con ellas almanaques de lo más vistosos. El secreto nunca estuvo oculto en técnicas crípticas sino en un saber acrecentado con la observación, los años y mucha paciencia.

Se trata, como dice la autora, de saber ver: la Luna y sus posiciones, los solsticios, los equinoccios, los puntos cardinales, los recorridos del sol, las constelaciones. El problema está más bien en que estos conocimientos estén exiliados de los programas escolares. Ahí, pues, reside el atractivo de este librito práctico, especie de pedagogía del levantar la cabeza, a ser leído especialmente al aire libre para así llevar a los hechos lo que sugieren las palabras: rescata un saber pretendido pero que pocos saben dónde encontrar.

Salvo por la reiteración de perdonables errores de edición tales como repetición de palabras o ciertas desprolijidades en los gráficos, Cielito lindo es una interesante introducción al mundo de la astronomía clásica, aquella que todos pueden apreciar usando tan sólo sus propios ojos, y mucho menos conocida que la “astronomía de punta”, es decir, la que se expande por las páginas de este suplemento y que cuenta entre sus vedettes a agujeros negros, galaxias rimbombantes y teorías del comienzo y fin de todo.