REVISTA CIENCIA HOY
Volumen 14 Nº 81, junio/julio 2004
Acercarse a un observatorio, museo o a cualquier otro centro de divulgación científica y escuchar con atención lo que allí se dice/muestra puede tumbar de un solo soplo multitudes de presuposiciones falsas y sin comprobación alguna más allá de la pseudo legitimidad que le otorga la eterna circulación del rumor. Tal vez una de las creencias más asentadas en lo que respecta al Sol es la que dice que si se mira atentamente, en la estrella más cercana a la Tierra se podrán advertir chorros de lava y “lenguas de fuego”; un bazar de altas temperaturas y efluvios extremos. Lo cierto es que no hay nada más alejado de la realidad, ya que al no haber aire en los alrededores solares, por definición no puede haber fuego. Lo que hay, en cambio, son chorros de plasma (gas de electrones e iones libres) e hidrógenos eyectados sin ton ni son en la corona solar, como los descriptos por los doctores Guillermo Stenborg, Marta Rovira y Rainer Schwenn en su artículo anunciado en la tapa del último número de la revista Ciencia Hoy.
Completan la edición investigaciones sobre el estuario de Bahía Blanca; la diversidad indígena americana; venenos y radiación; las inmunoglobulinas de camélidos y la siempre presente guía del cielo nocturno del mes.
L. M.