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Trayectorias de vida
Biología, libertad y determinismo
Steven Rose
Ed. Granica, 391 págs.
Al biólogo inglés Steven Rose (Gresham College, Universidad de
Londres) no le cuesta mucho ser franco y, menos, señalar desde la primera
página a su peor enemigo: el neodarwinismo (o ultradarwinismo como él
lo llama, esto es, aquella postura simplista para la cual los genes son una de
las causas principales de todo, desde los accidentes de autos hasta los juicios
de divorcio).
Hilando refutación tras refutación de este reduccionismo genético
-ostentado por Richard Dawkins de El gen egoísta y Daniel Dennett en Darwin’s
Dangerous Idea, por ejemplo–, Rose consigue convencer de que la vida es
más que evolución y selección natural, y que aquel cúmulo
de hechos, fechas y figuras muertas llamado historia tiene un poquito que ver
en las elecciones y decisiones humanas (“nada en la biología tiene
sentido sino a la luz de la historia”, dice).
Así, Rose no se cansa de dejar a la intemperie la pobreza intelectual
del neodarwinismo, un bando peligroso cuando se torna ideología. En realidad,
como se sabe, todo discurso es ideológico (incluso el de la biología
que, al fin y al cabo, no hace otra cosa más que pronunciarse sobre quiénes
somos). El dogma neodarwinista se transforma en una de aquellas ideologías
convocadas a la hora de torcer cuanto se quiere hacia ciertos negocios non sanctos.
A diferencia de los críticos acérrimos (aquellos de los que tanto
se queja George Steiner) que lo único que saben hacer bien es protestar
y decir que están en desacuerdo con lo que sea, Rose propone un nuevo
leit motiv biológico: la muy sartreana idea de que los seres humanos no
son androides determinados desde que nacen hasta que mueren sino sujetos que
en su andar construyen sus propios futuros (de ahí, “trayectorias
de vida”), aunque no se va tanto de mambo y mucho después agrega
que “tenemos capacidad de moldear nuestro propio futuro, pero en circunstancias
que no podemos elegir”).
Sin embargo, y tal vez sin proponérselo de partida, los pasajes más
fecundos del libro son aquellos en que aquieta su furia y aclara exquisitamente
dos cosas: qué es la biología (y cómo se hace biología
día a día) y cuáles son las pomposas metáforas y
otras analogías en que los medios incurren una y otra vez a la hora de
hablar del genoma y el ADN (libro de códigos, plano general, receta, directorio
telefónico, libro de la vida, Santo Grial, etc.). Tal vez los indecisos
vocacionales que orillan hacia las ciencias deberían pegarle un buen vistazo.
Federico Kukso