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–En fin –dijo el Comisario Inspector–. Las reflexiones sobre el significado de la palabra existente no me convencen mucho. Y aclaremos que Julieta Pinasco no mandó la imagen que anuncia, ni la de un unicornio existente, ni la de un unicornio a secas.

Ahora bien, este asunto de la existencia no es nada banal, por cierto, y aclaro que no se resuelve asegurando que el atributo “existente” es un atributo especial. Y no es banal, ya que hay montones de casos en que nos preocupa mucho saber si algo existe o no. Y no me refiero a los colectivos o a las casas, para los cuales el significado corriente funciona (aunque si afinamos un poco el asunto, nos podríamos preguntar si una casa existe como tal, ya no es más que un conjunto de átomos arreglados de alguna manera). Pero pensemos en las leyes de la física: ¿existen o no? Y los números: ¿existen? Ahora ya no se trata de unicornios, sino de conceptos en función de los cuales actuamos y tomamos decisicione. Probablemente el de los números sea el mejor ejemplo de algo que usamos todo el tiempo y de cuya existencia podemos tener tantas dudas como de la de los“unicornios existentes”.

¿Qué piensan nuestros lectores? ¿Existen?

Correo de lectores

Respuesta para Carlos Iorio

El problema es que, a veces, ni los padres existen y una gasta fortunas en esos padres sustitutos llamados psicoanalistas.

Estimado Comisario Inspector:

Sin ánimo de pecar de simplista en el arduo debate que usted propone, existente será de dos maneras: en la realidad material y en el intelecto. Diferentes ambas pero existentes al fin y así nuestro unicornio, mi Quijote, usted y yo misma seremos felices y existiremos mientras alguna memoria nos recuerde... o sea una especie de vida eterna. Y le envío una bella imagen de un unicornio que, por suerte, existen. Afectuosamente,

Julieta Pinasco

El unicornio sin atributos

No quiero ser molesto, pero establecer si la existencia es o no un atributo no es, en este caso, un problema semántico ni lógico (campos en los que no habría problemas en considerar la palabra “existente” como un atributo), sino ontológico, en cuyo caso la existencia podría ser vista como un acto irreductible a cualquier categoría y, a fortiori, a la de atributo. En ese sentido, la palabra “existente” posee una carga semántica muy fuerte, que arrastra siglos y siglos de especulaciones filosóficas.

Parafraseando a Avicena, yo diría que “los unicornios son sólo unicornios”. Después, me afeitaría con la navaja de Ockham y me preocuparía por mis atributos. No vaya a ser que después me griten por la calle: “¡No existís!”

Saludos!

Gustavo Fernández Walker