futuro

Sábado, 28 de septiembre de 2002

FINAL DE JUEGO

Donde se habla de la ciencia, el poder y el telescopio, y se propone un enigma con números cuadrados

Por Leonardo Moledo

–Habíamos hablado de la ciencia y el poder –dijo el Comisario Inspector –y creo que es un tema que vale la pena.
–Desde ya que vale la pena –dijo Kuhn–. En tanto los contenidos de la ciencia están determinados por el contexto sociohistórico en que se producen, es natural que el poder determine los resultados científicos.
–De hecho –dijo Kuhn–, se financian algunos temas de investigación y no otros. Por ejemplo, los laboratorios pueden perfectamente impulsar la investigación sobre las drogas para contrarrestar el sida, en vez de apoyar una vacuna. Lo cual demuestra que hay una intervención directa.
–Es un argumento que puede contentar a un filósofo, pero no tanto a un policía, que tienen una comprensión más profunda del mundo. El ejemplo, mi querido Kuhn, es trivial. Por supuesto que los laboratorios, o aun el aparato estatal (o el Poder, por decirlo un tanto a la ligera, ya que habría que discutir qué es eso) van a financiar, o aun sin financiar, apoyar las líneas de investigación que le interesan, o aun más, las que están de moda, o, y no me importa conceder demasiado, las que se le cantan al funcionario de turno que reparte subsidios o presupuestos. Eso es obvio.
–No tan obvio si recordamos que las líneas de investigación que interesan están de moda, o se le canta a alguien, están determinadas socialmente.
–También eso es obvio –dijo el Comisario Inspector–. Desde ya que la Iglesia pudo imponer, al menos en Italia, que no se investigara el sistema copernicano, y que las razones por las cuales lo hizo fueron políticas, económicas, etc... No discuto que pudiera imponerles el esquema aristotélico a los científicos. Lo que yo digo es que no pudo imponérselo al sistema solar.
–No necesitaba imponérselo –dijo Kuhn–. El sistema solar funcionó aristotélicamente durante dos mil años sin hacerse demasiados problemas, y cubría perfectamente las necesidades astronómicas, e incluso era permanentemente confirmado por las observaciones.
–No tanto –dijo el Comisario Inspector–, cuando las observaciones se hicieron más precisas con Tycho Brahe, este mismo, y aun la Iglesia (por lo menos los jesuitas) estuvieron obligados a proponer un sistema distinto: la Tierra en el centro, el Sol a su alrededor, y el resto de los planetas alrededor del Sol. Y además está el telescopio. Una vez que apareció el telescopio, el sistema geocéntrico, ya fuer el de Tolomeo o el de Tycho Brahe, no podían resistir más, independientemente de lo que deseara la Iglesia, o quien fuera, y la prueba está en que, mientras la Iglesia lo prohibía estúpidamente en Italia, se extendía por Francia, los Países Bajos e Inglaterra, y en muy poco tiempo. Tolomeo y Aristóteles no podían resistir, y no lo hicieron, al telescopio.
–Bueno –dijo Kuhn–, pero el telescopio no es un instrumento neutro, o socialmente neutro. Lleva incorporada una carga teórica fuerte: la óptica, por empezar.
–Ese asunto del telescopio y su carga teórica es la muletilla de los posmo neoliberales –dijo el Comisario Inspector–, y no pasa de ser una banalidad. Obviamente, el telescopio tiene carga teórica (como casi todo, incluyendo al ojo), pero esa carga teórica no tiene nada que ver con el copernicanismo ni con el anticopernicanismo. No entiendo por qué nadie habla de la carga teórica de la barra de metal que sostenía el telescopio. Al fin y al cabo, si uno se pone sutil, el pie del telescopio también tiene su “carga teórica”.–Tenemos que ir al enigma –dijo Kuhn–.
–Bueno –dijo el Comisario Inspector–. Pero esto no puede quedar aquí. Estamos lejos de clarificar el tema.
–Respecto al enigma del sábado pasado, es curioso, un montón de lectores llegó a la conclusión de que había muchas soluciones, olvidando que el problema pedía que las dos últimas cifras del año del nacimiento del padre coincidieran con la edad del hijo y viceversa. Teniendo esta condición en cuenta, la solución única era 63 y 36.
–Bueno –dijo el Comisario Inspector –. Y para el sábado que viene, a ver... uno no tan fácil: si yo digo que 11111 y 1111 son los cuadrados de números enteros, ¿cuál es la mayor de las dos raíces cuadradas?

¿Qué piensan nuestros lectores? ¿De qué está hablando el Comisario Inspec-tor? ¿Cuál es el número? ¿Qué piensan del telescopio y su carga teórica? ¿Y, otra vez, desde qué ciudad transmite Edgar Anzil?


Correo de lectores

Resolución y trampita psicológica
Estimados amigos: la solución al enigma, según se dijo en la propuesta, es simple. Empero, psicológicamente apareció una trampita que no atribuyo a quienes lo inventaron sino a mí mismo, pues en el momento de corroborar el resultado me confundía, ya que omitía considerar que el festejo se realizaba en 1999. En definitiva, llegué a una serie de 11 en 11 (03/30, 14/41, 25/52, etc.) y obtuve 36/63. Los números de las velitas son 3 y 6, que se colocan alternativamente una después de la otra sobre la torta. Existe la diferencia de edades entre padre e hijo, el año de nacimiento del padre es 1936; 36 es la edad del hijo, nacido en 1963; las dos últimas cifras de este año coinciden con la edad del padre (63). Como colofón, me asombró lo curioso del orden de 11 en 11 que deja de apreciarse cuando cambiamos de siglo, ya que siguen –en orden descendente– 1892/1919, 1881/1908. ¿Tienen alguna explicación?
Edgar Anzil

Padre e hijo
Queridos amigos, Kuhn y Comisario:
Esta mañana (domingo, casi único momento para el ocio, creador o no) nos pusimos a ver el suplemento y creemos haber resuelto el enigma de las edades del padre y del hijo.
Con Nicolás, mi hijo, pensamos que en 99 años los únicos números que, en ascendencia y descendencia suman tal cifra, y tienen una diferencia de 27, son 36 y 63, respectivamente.
Por lo tanto el hijo cumple 36 años, siendo el año de su nacimiento, el 63, cifra que coincide con los años que cumple su papacito del alma, que por esos milagros de la vida nació precisamente en el 36.
Espero que esta respuesta satisfaga vuestra propuesta, y les mandamos un afectuoso saludo.
Jorge Assuni (45, papacito) y
Nicolás Assuni (14, hijito: diferencia 31)

Reunión de familia
¡Qué linda reunión de cumpleaños tuvimos en el ‘99! Allí estaba toda la familia: el bisabuelo Pancho (1903) y su hijo Ernesto (1930), el abuelo Jorge (1914) y su primogénito Carlos (1941), el tío Marcos (1925) y Marquitos (1952), el otro abuelo Pedro (1936) y su “nenito” Pablo (1963), el primo Eduardo (1947) con su retoño Andrés (1974) y mi papá Rosendo (1958) con mi hermano Alejandro (1985).
¡A mí no me invitaron porque son todos unos machistas!
Irene S. Palma de La Perche

Edades, Ciencia y Poder
Estimados “Final de Juego”:
(Da una solución equivocada.)
Una diferencia básica en lo que refiere a la ciencia y el arte: a la ciencia, se le pide ante todo la ética. Al arte, ante todo, la estética. Por ende, se tolera que la ciencia sea poco estética o aestética; pero no que no sea ética; por el contrario, del arte se tolera que no sea ético, pero se le requiere que sea estético. Por tradición, son conceptos mal definidos como “antagónicos”. Ejemplo: todos toleran –salvo burlas esperables– que Lilita Carrió sea obesa (esto sería, poco estética) mas lo que se le requiere, y es el valor que se destaca, es que sea ética. No considero que todos los resultados científicos sean producto de la presión del Poder; mas sí considero que el Poder pone, precisamente, PODER (dinero, tiempo, facilidades, interés, divulgación, etc.) en aquellos proyectos que le interesan, y no pone poder, en aquellos que no le interesan.
Por ende, y como es esperable, “progresan” (lograr reconocimiento, fondos, tiempo, dedicación) aquellos científicos que son funcionales al Poder; los que no, quedan a un lado. Estos, se ven en la tesitura de “...jurar que son neutros e imparciales”. Así como cierta parte de la ciencia es auspiciada por el Poder, algunos artistas también lo son, a través de los mecenazgos.
Como corolario, me animo a decir: PARTE de los científicos PARECERIAN una corporación dedicada al mal, y PARTE de los resultados científicos que se obtienen son fruto de la presión o de los intereses del imperialismo. Pero, caramba, esa PARTE es la que “progresa” (...) Si la totalidad de los descubrimientos y avances científicos contaran con la misma prensa, con la misma difusión, quedaría clara la heterogeneidad de la ciencia. Como no es el caso, se cae en la simplificación: científico loco y excéntrico colabora con dictador sangriento, o con multinacional chupasangre, o con corporación cuasi diabólica. La ciencia es el mal, y el Poder, su mecenas. El arte, según esta concepción, es heterogéneo; por ende, pareciera que hay artistas “benéficos” y artistas “maléficos” (...) Y la corto porque estaría horas escribiendo del tema.
Saludos.
Mrs Emma Peel

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