FINAL DE JUEGO
Final de Juego / Correo de Lectores
Por Leonardo Moledo
–Estoy indignado –dijo el Comisario Inspector–. Hay gente que no se detiene ante ningún límite, y transgrede cualquier regla. ¡Es increíble! ¡En su carta, Tomás Buch nos considera meras estructuras lingüísticas! El muy señor Libro dice que “Kuhn y el Comisario Inspector son puras estructuras lingüísticas y, por lo tanto, carecen de moléculas, tal vez no se den cuenta de que el problema que plantean es un problema para para anticuarios: para éstos, un leño viejo vale más que uno nuevo”.
–En efecto –dijo Kuhn–, pero no sólo nos considera meras estructuras lingüísticas, sino que además sostiene que carecemos de moléculas, sin contar todas las alusiones a los anticuarios y los leños viejos, que verdaderamente no se sabe cómo tomar.
–A mí me gustaría saber cómo meras estructuras lingüísticas son capaces de hacer estallar una bomba atómica –dijo el Comisario Inspector con resentimiento, perfectamente manifestado en la metáfora bélica– o por qué estamos contra el atropello que están a punto de cometer los Estados Unidos contra Irak, puesto que su majestad imperial Bush es una “mera estructura lingüística”, carente de moléculas.
–De moléculas no sé –dijo Kuhn–. Lo que sí es seguro es que carece de escrúpulos.
–La historia es que algunos de los análisis sobre el barco de Teseo se basaban justamente es eso: el barco de Teseo es simplemente información, lo mismo que nosotros.
–Bueno –dijo Kuhn–, en cierta forma es verdad. Ya lo comentamos la semana pasada, cuando hablábamos sobre la base material, etc... Es obvio que el barco de Teseo no es simplemente el conjunto de átomos que lo componen. Por empezar, interviene el ordenamiento de esos átomos, ya que creo que estamos de acuerdo en que el barco de Teseo, después de pasar por una compactadora, ya no es más el barco de Teseo, aunque la materia compactada esté formada por los mismos átomos. Entonces, interviene también la posición de los átomos, es decir, sus coordenadas. Esto es, hay algo más que los meros átomos.
–Yo soy yo y mis coordenadas, decía Ortega y Gasset –dijo el Comisario Inspector–. Pero el hecho de que haya “algo más”, contradice la posición estrictamente materialista de la policía. ¿Qué clase de cosa es ese “algo más”? ¿Cuál es la naturaleza de ese algo más, que hace que el conjunto de átomos que forman el barco de Teseo sean el barco de Teseo?
–Justamente –dijo Kuhn–, ¿qué es ese algo más? Ese “algo más”, si uno es aceptablemente materialista, no puede ser otra cosa que una representación mental, más o menos colectiva.
–Pero esa representación mental, a su vez, no es otra cosa que un cierto ordenamiento celular en el interior de nuestro cerebro. Es decir, el barco de Teseo es un conjunto formado por una base material ordenada, esto es, átomos más sus coordenadas, y otra base material ordenada en nuestro cerebro. Ahora bien, esa base material interna más su ordenamiento; no es individual, sino que es reproducible en otros cerebros, ya que no soy sólo yo quien considera que eso es o no es el barco de Teseo, sino toda la policía, y todos los griegos.
–Bueno –dijo Kuhn–, entonces tenemos que el barco de Teseo es: una estructura material ordenada, más una estructura mental ordenada en una multitud de cerebros. De lo cual se deduce, frente a la pregunta ¿cuál es el verdadero barco de Teseo, el que fue restaurado o el que está guardado en el galpón?, que depende de qué decidan esas, digámoslo así, “estructuras cerebrales ordenadas”. Me alegra ver que finalmente se van adoptando mis puntos de vista: hay, sin duda una base material, “sólo existen los átomos y el espacio vacío y todo lo demás es opinión”, como decía nuestro viejo amigo Demócrito. Pero, justamente, todo lo demás es opinión, incluyendo la ciencia.
–Volvemos al principio –dijo el Comisario Inspector–. Esa teoría no explica cómo es que explota una bomba atómica .
–Pero es que en realidad, una bomba atómica no explota –dijo Kuhn–. Porque....
–Un momento –dijo el Comisario Inspector–. Si nos embarcamos en esa discusión, no va a quedar ningún espacio para las cartas.
–Eso habitualmente lo digo yo –dijo Kuhn–.
–Sí, pero se me ocurrió que podíamos plantearlo como enigma –dijo el Comisario Inspector–. ¿Qué quiso decir Kuhn? ¿Se puede sostener razonablemente que una bomba atómica en realidad no explota?
¿Qué piensan nuestros lectores? ¿Qué quiso decir Kuhn? ¿Por qué el Comisario Inspector llama “Señor Libro” al lector Tomás Buch?
Correo de lectores
El barco de Teseo
Ante todo los felicito por la publicación, soy un lector que empecé comprando los sábados, por la colección de libros infantiles, y luego cuando ésta terminó, sigo comprando el diario el sábado por, entre otras cosas, el suplemento Futuro.
Leo siempre la sección de los enigmas, pero nunca he escrito, esta semana quería hacerlo pero se me pasó, como no publicaron soluciones explícitamente, voy a dar la mía. Ante todo creo que lo más interesante que me sucedió ante este enigma es que me hizo pensar casi todo el sábado, y tengo varias soluciones, pero la que más me gusta es la que les comento: para mí el barco si todos creían que era el de Teseo, entonces aunque no tenga un gramo del barco original, el barco es de Teseo, pues si todos creemos algo eso es.
Félix Aguirre
El barco de Teseo II
Leo siempre “Final de Juego”, aunque en general no intento resolver las paradojas. Sobre la cuestión planteada, es algo que siempre me interesó: cuándo algo deja de ser lo que era para pasar a ser otra cosa.
Cuestión con connotaciones científicas y morales (a las que es tan afín la policía), por ejemplo cuándo una persona deja de estar viva y pasa a otro estado (muerta); cuándo se deja de ser embrión y se pasa a ser persona; o políticas: cuándo se pasa de un estadio de retroceso a otro en que un gran número de gente está dispuesta a movilizarse, y de éste a otro prerrevolucionario... El tema del salto de cantidad en calidad: a veces es más o menos claro, el agua es líquida hasta los 100C, y de ahí pasa a vapor; uno es soltero hasta que da el sí; en otros casos no: un niño pasa a ser adolescente en un proceso, aunque haya ritos de iniciación. Entiendo que Marx, Trotsky (que enunció la Ley del Desarrollo Desigual y Combinado, aunque sus discípulos no siempre lo interpretaron: la historia se mueve por segmentos desigualmente desarrollados, pero hay que analizar cuál es el esencial y cuándo se pasa a otro estado), y también Darwin y otros lo analizan. Pienso que lo podrían desarrollar (...)
Jorge Gil
La Plata
De naves antiguas
Quiero reunir en este mensaje sendos comentarios para dos artículos diferentes del Futuro del sábado aunque ambos tienen que ver con sendos sistemas de transporte.
Un sistema de transporte mítico, el barco de Teseo, y un falso problema: lo que caracteriza cualquier objeto material, como un barco antiguo o nuestro cuerpo, es su estructura y no las moléculas de las que se compone. Como Kuhn y el Comisario Inspector, en cambio, son puras estructuras lingüísticas y, por lo tanto, carecen de moléculas (–increíble, in-cre-í-ble –dijo el Comisario Inspector), este aspecto de la existencia en el mundo real no los afecta, y tal vez no se den cuenta de que el problema que plantean no es un problema para lógicos sino, en todo caso, de uno para anticuarios: para éstos, un leño viejo vale más que uno nuevo. Pero el tema tiene otra vuelta más, porque no es seguro que el barco de Teseo mismo, a igual que nuestros protagonistas, haya sido jamás otra cosa que una construcción lingüística. (...)
Dr. Tomás Buch
El barco de Teseo N
Somos una familia típica reunida alrededor del mate. Al leer el Suplemento Futuro del 8/2/03, donde se plantea el enigma del Barco de Teseo, las opiniones se dividieron.
(...) –Mi papá opina que salvo que la reparación la hiciera Teseo, una vez que se hizo la primera, dejó de ser suyo. El barco debería seguir su ciclo natural de descomposición y sería entonces “los restos del barco de Teseo”.
–Si el barco tiene un significado simbólico, según mi tío su esencia de “barco de Teseo” sigue igual.
–Yo, en cambio, sugerí que el momento en que el barco deja de ser “el barco de Teseo” para transformarse en “Reproducción del legendario barco de Teseo con partes originales, por el profesor Juan de los Palotes” es muy impreciso (como en la paradoja del montón de arena: ¿cuál es el mínimo de granos para formar un montón?)
Después de dicho todo esto, nos pusimos a comparar otros puntos de vista:
–Para un comerciante, el Barco de Teseo es solamente un cascajo inútil.
–Para los griegos modernos, un recuerdo.
–Para los antiguos, una pertenencia del rey (Teseo llegó a rey).
–Para el propio Teseo, el barco era sólo un barco.
–Y para una manga de termitas, un banquete familiar(...)
Marina Mar
PD: Los más jóvenes de la familia recordamos con nostalgia las buenas épocas de la revista AZ diez. Una verdadera lástima.