FINAL DE JUEGO
› Por Leonardo Moledo
Bueno dijo el
Comisario Inspector. Esta vez la solución llegó desde Belfast,
Irlanda del Norte. Justo acabo de leer una novela maravillosa sobre Irlanda
del Norte, Eureka Street, de Robert McLiam Wilson. Se la recomiendo a todo el
mundo. Transcurre en Belfast durante los noventa, con el IRA, los grupos republicanos,
y todo ese lío incomprensible entre católicos y protestantes que
siguen enfrentados por cuestiones que se remontan a la época de Cromwell.
Como todos los problemas étnicos o religiosos dijo Kuhn.
En general, no tienen sustancia.
Y sin embargo dijo el Comisario Inspector es contra ellos
que se estrella una y otra vez el espíritu de la Ilustración.
El espíritu de la Ilustración anda medio decaído
últimamente dijo Kuhn. Basta pensar en que una bestia bruta
como Bush pretende encarnarlo. Pero lo interesante es que en cierta forma Bush
es una consecuencia de la Ilustración, y todo el poderío bélico
y tecnológico con el que van a arrasar Irak, es también un resultado
de la tecnología que los racionalistas y los iluministas veían
como la panacea.
Yo no diría que Bush representa el espíritu de la Ilustración.
Me parece cualquier cosa menos alguien ilustrado dijo el Comisario Inspector.
Naturalmente, algo anduvo mal con el programa iluminista, lo cual no significa
que haya que abandonarlo para caer en la trampa del relativismo cultural o para
volver a los valores del paleolítico.
Estamos volviendo a los valores del paleolítico dijo Kuhn.
Sólo que con misiles y bombas nucleares.
Sí, tal vez dijo el Comisario Inspector. Aunque me
pregunto si la expansión del Imperio Romano era muy distinta. La conquista
de la Galia por César fue de una brutalidad increíble. Para no
hablar de la expansión de los imperios coloniales europeos en Africa
y Asia a partir del siglo XVIII.
Y también se actuaba en nombre de la civilización dijo
Kuhn.
Lo que pasa dijo el Comisario Inspector que la bestialidad
de Bush es tal que muchos se olvidan de que Saddam también es una bestia.
Que le pregunten a los kurdos.
Sí dijo Kuhn. Y la izquierda muchas veces se olvida
de eso.
Se sentaron.
Por eso hay que volver a los valores de la Ilustración dijo
el Comisario Inspector. Justamente por eso. Pero no hay ninguna garantía
de que esos valores prevalezcan.
Volvamos a los valores del Iluminismo dijo Kuhn al menos por
un rato, en esta columna.
El Comisario Inspector lo miró sorprendido. Esa declaración de
Kuhn era rara, si se piensa que, en relación al Iluminismo, estaba atrapado
por su propia ideología.
Propongamos un enigma dijo. Un enigma muy, pero muy sencillo
dijo el Comisario Inspector que tampoco va a resolver la Sra.
o Srta. Angélica Gorodischer. Cuenta la leyenda que cuando le preguntaban
a Pitágoras por la cantidad de personas que frecuentaban su escuela,
contestaba: La mitad estudia sólo matemáticas, la mitad
del resto se interesa sólo por la música, una séptima parte
asiste, pero no participa y además vienen tres ancianos. ¿Cuánta
gente asistía a la escuela de Pitágoras?
Siempre los griegos dijo Kuhn. Como siempre, los griegos.
¿Qué piensan nuestros lectores? ¿Cuánta gente asistía a la escuela de Pitágoras? ¿Y dónde se sentaron Kuhn y el Comisario Inspector?
Solucion irlandesa
¿Cómo
se puede construir el número 24, esta vez usando solamente un 1, un 3,
un 4 y un 6?
(Una) Solución
6 / [1- (3/4)] = 24
José Luis Iparraguirre DElia
Belfast, Irlanda del Norte
Hume en Almagro
Señor
Kuhn, Comisario Inspector:
Encuentro otra variante para pensar el dilema del señor Hume. Pensemos
más sencillamente que, bajo el ejemplo del billar, las bolas nunca chocan,
ni siquiera se tocan. En verdad, tampoco ruedan sobre la mesa de billar. Las
bolas están constituidas por átomos, los cuales poseen un límite
exterior conformado por electrones. Por lo tanto, también lo está
el límite exterior de cada bola. Las partículas subatómicas
negativas que las delimitan se repelen al acercarse, es realmente imposible
que se toquen; imaginemos las verdadera consecuencia explosiva que sucedería
si los electrones se llegaran a tocar. En verdad nosotros atribuimos el significante
choque a una ilusión óptica de nuestro sentido visual.
Una nueva paradoja de la lingüística, ya que si las bolas realmente
chocaran no las veríamos retroceder. Lo que vemos es, justamente, la
consecuencia de que aquéllas no entren en contacto; y encima atribuimos
un significante a algo que es completamente opuesto a su significado real.
Saludos
Lucas Almagro
Un poco de tiempo
Estimados señores:
Comisario Inspector, Kuhn y Leonardo Moledo:
No quiero que nadie se sienta excluido, los felicito por lo que generan en nosotros
sus fieles lectores, me resultan muy interesantes y curiosos todos los planteos
publicados, por ejemplo los del el Sr. Tomás Buch y los de la Sra. o
Srta. Angélica Gorodischer.
Mi propuesta de solución al planteo del sábado 8 de marzo es la
siguiente: (6+1)-(3+4)= 0, y si introducimos la idea de tiempo como sugiere
el Comisario Inspector, podemos decir que la hora 0 es equivalente a la hora
24 del día anterior, de esa forma es como hallaríamos el número
24.
Gracias por su trabajo.
Félix Aguirre
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