FINAL DE JUEGO
› Por Leonardo Moledo
Muchas cartas dijo
el Comisario Inspector pavoneándose y de todos los lugares del
mundo.
De un mundo que no parece andar muy bien dijo Kuhn, pero los
lectores encuentran la solución de los enigmas de manera menos destructiva
y criminal que los políticos del Imperio.
Es así dijo el Comisario Inspector y los lectores también
hablan de la guerra.
¿Por qué entre comillas? preguntó Kuhn.
Porque no se trata de una guerra dijo el Comisario Inspector, levantándose
y empezando a caminar. Kuhn lo acompañó. La palabra guerra
remite a una especie de paridad, de equilibrio, que no es el caso. Se trata
de una invasión mera y simple. Como la de Panamá, o la de Granada.
Una simple masacre.
Y un nuevo orden mundial dijo Kuhn comandado por un gendarme
omnipotente.
Querría recomendarles a nuestros lectores un libro notable, y que
pasó desapercibido: Breve historia del futuro, de... no recuerdo el autor
ahora, pero es una prospectiva muy interesante. Sombría, depresiva. Y
la verdad es que este estado de cosas me impide discurrir hoy (hay un lector
que nos reprocha lo que llama divagaciones teóricas), así
que voy directo al enigma, sin que alguien tenga que recordármelo.
Veamos dijo Kuhn.
Alberto Díaz Artutzky Barros nació en Mendoza un domingo
azaroso, destemplado y azaroso. Llovía de a ratos y el día anterior
se había visto un número desusado de gatos en las calles. Había
como granito en el aire, y por lo menos alguna plaza tenía el césped
sin cortar. Fue un niño activo y triste, de una fantasía somera,
pero exuberante. El día que cumplió siete años estaba con
sus padres en Buenos Aires, y era uno de esos domingos inverosímiles,
en los que los porteños no comprenden ni quiénes son ni quiénes
han sido.
Como les ocurre todos los días dijo Kuhn y no solamente
los domingos. ¿Pero cuál es el enigma?
¿Qué edad tenía en 1996?
¿Qué piensan nuestros lectores? ¿Qué edad tenía Alberto Díaz Artutzky Barros en 1996? ¿Hacia dónde caminaba el Comisario Inspector? ¿Por qué lo acompañó Kuhn?
Correo de lectores
Solución
Solución:
28 personas. 14 estudiaban Matemática, 7 Música, 4 no hacían
nada y 3 ancianos.
Julieta Merello. 2 C.
Instituto Don José de San Martín.
Digresiones
Como comentario,
al enigma de Pitágoras, quiero señalar que, con muchos más
que 28 alumnos, la escuela de mi hija unificó los dos turnos que tenía
(mañana y tarde) en uno solo, para bajar costos. Seguramente la directora
no tiene la capacidad de Pitágoras para resolver problemas de deserción
escolar, o bien el griego tenía un subsidio estatal mejor que el del
colegio de mi hija. O tal vez Pitágoras quebró y por eso sus descendientes
se dedicaron a profesiones más lucrativas, como es el caso de Pit
Sampras.
Saludos.
Jorge Puccio. Santa Fe.
Iluminismo
Es cierto, esta
guerra es también un coletazo del Iluminismo, y si debemos volver a él
(¿alguna vez nos fuimos?), realmente no sé cómo ni por
qué ni para qué, ya que pienso que podemos proponer alternativas
diferentes que no sean por eso lo opuesto. No es A o no A. No es el sinvergüenza
de un lado, o caer en brazos del sinvergüenza del otro lado. Podemos vivir
sin sinvergüenzas. .
Desde Boston, mirando al sur,
Stella Accorinti
Enigma
Estimados Comisario Inspector y Kuhn:
La escuela de Pitágoras tenía el número óptimo de
alumnos para una clase: 28; (...) pero queda un enigma mayor: si los ancianos
no se interesaban en las matemáticas ni en la música, pero sí
participaban en las clases, ¿sobre qué tema participaban?
Un saludo
Andrés Méndez
Pitágoras y su
escuela
¿Cómo es posible que con 28 alumnos solamente la escuela
de Pitágoras haya trascendido y se hable aún de ella 25 siglos
después? Conozco escuelas con miles de alumnos de las que no se hablará
más en 10 años a lo sumo.
Un abrazo
Santiago Kukurutz
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