Bajo nuestros pies, la ciudad de Buenos Aires guarda los horrores de su pasado colonial: huellas del contrabando, de funcionarios que buscaban cargos sólo para robar, del holocausto negro, de las masacres indígenas. También guarda –además de esas perlas de la historia pública– algunas gemas de historia privada: adminículos sexuales, preferencias alimenticias, entre otros detalles que obviamente no forman parte de la cultura “oficialmente aceptada”. Para esta edición, pertinente ya que hoy es 25 de mayo, Futuro eligió algunos fragmentos de la charla de Café Científico, en la que los arqueólogos argentinos Daniel Schavelzon y Mario Silveira contaron algunos secretos de la Buenos Aires colonial, bien lejos de la versión edulcorada de los paragüitas de la patria.