Una espiral de frente (foto de tapa)
Un poco más lejos de Centauro A (ver foto 4) a 15 millones de años luz de aquí, aparece M83, la galaxia que se ha ganado la tapa de Futuro. Es una clásica y robusta espiral que se muestra de frente. Y vale la pena contemplar esta imagen del VLT –probablemente la mejor tomada hasta la fecha– porque más o menos así debe verse la Vía Láctea desde afuera. Si bien es cierto que fue descubierta a mediados del siglo XVIII, la verdadera naturaleza de M83 fue revelada mucho más tarde (al igual que ocurre con otras galaxias famosas, su nombre proviene del celebre catálogo de objetos difusos elaborado por el astrónomo francés Charles Messier). Sus brazos son ricos en estrellas jóvenes y está salpicada por senderos de polvo que ayudan a definir su estructura. Más allá de lo aparente, y al igual que ocurre con casi todas las grandes galaxias, el anómalo comportamiento de sus estrellas y nebulosas –que parecen responder gravitacionalmente a “algo” invisible– sugiere la presencia de enormes cantidades de materia oscura. Un último dato sobre esta joya del cielo austral (visible en la constelación de Hydra): durante los últimos cien años, M83 ha “producido” 6 supernovas (esos fenomenales estallidos estelares). Una marca que la Vía Láctea debe envidiar (aquí no se han registrado supernovas desde 1604).
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Una espiral de frente (foto de tapa)