Soneto a la ciencia
¡Ciencia! ¡verdadera hija del tiempo tú eres!
que alteras todas las cosas con tus
escrutadores ojos.
¿Por qué devoras así el corazón del poeta,
buitre, cuyas alas son obtusas realidades?
¿Cómo debería él amarte? o ¿cómo puede juzgarte sabia
aquel a quien no dejas en su vagar
buscar un tesoro en los enjoyados cielos,
aunque se elevara con intrépida ala?
¿No has arrebatado a Diana de su carro?
¿Ni expulsado a las Hamadríades del
bosque
para buscar abrigo en alguna feliz estrella?
¿No has arrancado a las Náyades de la
inundación,
al Elfo de la verde hierba, y a mí
del sueño de verano bajo el tamarindo?
Edgar Allan Poe (1829)
Nota madre
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