La comunicación cara a cara es una de las herramientas más importantes con las que cuenta un médico. Se ha demostrado que el toque humano, personal y ameno (y la empatía en general) no puede ser reemplazado ni por la mediación impuesta por Internet o las consultas por e-mail. Si bien las nuevas tecnologías ayudan a mejorar la continuidad de todo proceso médico, casi el 2 por ciento de la médicos a nivel mundial ha aceptado la comunicación electrónica como único punto de encuentro con el paciente.