ALBUMINA
› Por Guadalupe Treibel
¿Quién hubiera dicho que la mejor solución para confrontar con los malhechores más siniestros –y, en el ínterin, preservar el sueño de pesadillas– era… felina? Finalmente, la especie maulladora ha podido lo que pocxs: desarmar las funestas intenciones de los malísimos de la historia del cine a puro ronroneo. Al menos, de seguir la línea creativa de la joven artista e ilustradora estadounidense Kat Philbin, de California, viral por retratar el costado sensible y dulce de los icónicos Jason Voorhees, Freddy Krueger, Michael Myers, Ghostface, Leatherface, Hannibal y Pinhead, entre otros. Sí, sí, tal como suena: el costado sensible de quienes asesinaran, destrozaran y persiguieran hasta el hartazgo a sus presas de ocasión en los fantásticos Pesadilla en Elm Street, Viernes 13, Scream, The Texas Chain Saw Massacre, Halloween…
Qué va: hasta la reina alien de la saga Alien (con perdón de la iteración) deja las intenciones asesinas (y esa sangre tan, pero tan ácida) de lado para dispensar cariños a los bichitos con garras, ¡e incluso deja que le muerdan la cola! O el punzante Pinhead, de Hellraiser, presta su caja Lemarchand para que un animalito se zambulla dentro (vaya a saber a qué dimensión). Vacuas, entonces, las amenazas de Freddy, quien allá por el ’94 preguntara al hijo de Nancy Thompson/Heather Langenkamp: “¿Alguna vez has visto a un gato desollado?”… El realizador Wes Craven, después de todo, era fan de los mininos, y dos lo acompañaron en la recta final: Cinnamon y Loquita.
“Las primeras dos piezas que hice –Screams and Purrs y Dreams and Fur, con Ghostface y Krueger respectivamente– fueron creadas como parte de un homenaje que la galería Hyaena rindió a Wes Craven. No hay mucha historia detrás de la serie: los felinos son divertidos, y todo el mundo los quiere ¿Por qué no lo harían esos tipos funestos de las películas?”, ofrece Philbin, expresa aficionada de la ciencia ficción, la fantasía oscura, el terror. Ducha, por otra parte, en graficar brujitas y animales, donde el trazo evidencia influencias varias –desde Edward Gorey hasta Bill Watterson (Calvin and Hobbes)–, como puede observarse en su web, www.katphilbin.com.
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