Desde que fuera creado en 1964, el controvertido Calendario Pirelli –también conocido como “The Cal”, distribuido anualmente cual obsequio por la firma neumática a sus VIPs– “ha sido sinónimo de fotografías de mujeres sexis tomadas en lugares exóticos”, tal como advierte el diario El País. Empero, con el cambio de año, una vuelta de tuerca, lejos ya de “la lencería, las poses atrevidas, las playas paradisíacas”. O, para el caso, de las supermodelos apenas cubiertas por ínfimos trapitos (de estar cubiertas por pilcha alguna, dicho sea de paso). Ocurre que la empresa tana ha decidido permutar sexualizados (y por qué no decirlo, cosificados) talles cero por mujeres con peso específico, dando giro radical al habitual enfoque del mentado almanaque. Así, para el engalanar los meses del año próximo, Pirelli resolvió enfocarse en damas con trayectoria profesional destacable, independientemente de su aspecto físico, retratando –entre otras– a las artistas Yoko Ono y Patti Smith, la tenista Serena Williams, la actriz y comediante Amy Schumer, la bloguera Tavi Gevinson, la coleccionista de arte y mecenas Agnes Gund, la realizadora Ava DuVernay, la productora Kathleen Kennedy, etcétera. Todas capturadas por the one and only Annie Leibovitz, gustosa en embarcarse en tan auspicioso proyecto.

Mientras, en paralelo, la reina Patti hablaba con Vogue EE.UU. asegurando que la iniciativa era “una celebración de la mujer”, adelantando que las imágenes finales resultaron –obviamente– “impresionantes”. “No tengo ni idea qué pensarán los destinatarios habituales, pero creo que deberían apreciar un movimiento valiente. Veremos…”, agregó la madrina del punk. Por lo pronto, frente al flamante adelanto visual publicado por medios del globo, ya se escuchan numerosas expresiones de festejo: frente a la muchacha Schumer luciendo orgullosa sus rollitos naturales; frente a una Williams requete-tonificada, alejada del estereotipo de belleza habitual; frente a Yoko Ono… por ser Yoko Ono. En fin, frente a una selección de lujo que emperifollará paredes y, en el ínterin, quizá ayude a contagiar un nuevo, mejorado, saludable concepto de chica de calendario.