El 0800 MUJER de Neuquén es un dispositivo que funciona las 24 horas desde hace más de cuatro años ofreciendo asesoramiento y contención los 365 días del año respecto a violencia y derechos de las mujeres. El 30 de diciembre seis trabajadoras que desempeñábamos nuestras tareas como operadoras telefonistas fuimos desvinculadas de nuestras tareas. Quedo en funciones, como operadora, solo una trabajadora.

Nosotras demandábamos incorporación de personal para cubrir licencias y terminamos sufriendo discriminación y persecución política con una campaña de difamación y agravios. Nos dijeron que no fue un despido sino la finalización de un contrato. Pero tanto las leyes laborales como el estatuto municipal establecen que tras cuatro años de continuidad laboral la trabajadora ya debería estar contratada en términos de estabilidad laboral en planta permanente. Se trata, entonces, de un despido encubierto. Además, firmar un contrato ilegal no significa avalar la precarización laboral, sino que ese trabajo es fuente de sostén para nosotras y nuestras familias.

Cabe destacar que nuestro despido jamás se basó en la evaluación de nuestro desempeño respecto a la pertinencia de la tarea llevada a cabo en estos cuatro años durante los cuales condensamos la experiencia laboral de este dispositivo pionero a nivel regional. Ante la falta de argumentos sólidos la gestión apeló a una campaña de difamación y de humillación a través de las redes sociales y los medios de comunicación, en la cual se nos acusó de “violentas” y “alcohólicas” tergiversando información.

Respecto a la acusación de ser violentas jamás tuvimos ningún tipo de problema con personal de otros sectores. La limitación del acceso a la oficina de personal ajeno al servicio mientras se atendía una llamada respondía al criterio de confidencialidad necesario para preservar a las mujeres que accedían al 0800. También negamos la existencia de amenazas hacia otras trabajadoras. Y por la acusación de “alcohólicas” de ninguna manera una foto de un pack de cervezas (destinadas a una rifa independiente del 0800) implica que las trabajadoras se alcoholizaran en su lugar de trabajo ni pone en duda nuestra ética profesional.

¿Qué cambió entre el 3 de junio (durante la convocatoria nacional a las marchas por “Ni una menos”) cuando nuestros propios directivos salieron por los medios reconociendo y revalorizando nuestro trabajo como operadoras de la línea y el 10 de diciembre? Nuestros despidos son parte de los miles de despidos que se están sucediendo a lo largo y ancho del país, así como el cierre y vaciamiento de programas y dispositivos de atención a mujeres víctimas de violencia, marcando un claro posicionamiento respecto a las políticas de género a nivel nacional.

¿Quién les garantizará el cumplimiento de sus derechos a las mujeres de Neuquén?