ESCENAS
El colectivo de danza-teatro Las Berthas cuestiona desde una trilogía multidisciplinaria y en clave fantástica la construcción de la identidad femenina.
› Por Carolina Selicki Acevedo
En medio de luces bajas emerge un teatro de miniaturas y marionetas. El escenario es el propio cuerpo de una de las actrices, quien interpreta a Bertha y al mismo tiempo da vida a las Berthitas. El universo que crea a través de una gran versatilidad, texturas y dominio de la palabra aparenta ser infantil pero carece de inocencia. Estas pequeñas comienzan a reconocerse y reconocer a lxs otrxs y en ello aparece el cuestionamiento de cualquier estructura desde el por qué más germinal, desde un espíritu juvenil donde todo es descubrimiento, goce o encuentro. Cansadas de lo que debe hacerse, trasgreden: una comida familiar o un encuentro con un desconocido son los momentos perfectos para darle lugar al deseo, ironía mediante, y ser. Las Berthas lejos están de las Barbies y su Ken y lo aclaran. A un costado, mientras ellas cuchichean, otra actriz (¿otra Bertha?) es quien agrega la sonoridad con elementos de los más variados y oficia de narradora –proyector mediante- del cuento (no de los de hadas) de estas Berthitas que pueden llegar a ser más que indiscretas.
De este modo se desarrolla Las Berthas contraatacan (episodio II), presentado anteriormente y que se acaba de estrenar. En ella las Berthas han perdido su forma de mujeres humanas para transformarse en Berthalias, mamíferos fantásticos que llevan su feto en la espalda y se cortejan como pájaros. Exponen las diferentes etapas del cortejo, la fecundación y la maternidad. Los propios cuerpos como campos de batalla se fusionan con un lenguaje –también en clave fantástica- que potencia la coreografía y pese al humor imperante el subtexto emerge dando lugar a la crítica a la ciencia y a la religión como así también a los intereses inescrupulosos de los medios masivos de comunicación, con la parodia de la búsqueda del primerísimo primer plano de la berthalia en pleno proceso abortivo. Y es en los minutos finales que la risa da lugar a la reflexión y encontramos en ese cuerpo extenuado la victoria ante el eco de los mandatos y las voces condenatorias. Ambas son parte de una trilogía que se completará con La amenaza del corazón purpúreo (episodio I), que se estrenará en septiembre.
Las creadoras de este mundo casi onírico pero para nada ajeno al real sino deconstructor del mismo son las integrantes del grupo de danza-teatro Las Berthas, colectivo que fue variando y ampliándose desde 2012. Desde allí han investigado y organizado un taller abierto a través del movimiento y el baile y de manera multidisciplinar entre danza, teatro y cine. “Para nosotras feminismo no es una categoría abstracta y sectaria, sino una potencia y creemos que tiene el poder de ir más allá del género y ser una aventura colectiva desde la cual también explorar al cuerpo como límite y potencia”, aclaran, y se torna inevitable saber si las Berthalias tuviesen un mensaje en lo inmediato para darnos cuál sería: “Aborto legal y libertad inmediata para Belén”, dicen sin dudar.
Las Berthas contraatacan. Una estrategia de autosabotaje: viernes 20 de mayo. El regreso de Lucinda: viernes 13 y 27 de mayo, ambas a las 00.30.
Espacio sísmico. Lavalleja 960. Reservas al 4776-3490.
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