EL MEGáFONO
› Por Daniel Teppaz *
La confianza es uno de los capitales más preciados que tenemos quienes trabajamos en salud. Romper con el secreto profesional es una traición para quien consulta que se traslada al resto de la población que dudará en acudir a un hospital o centro de salud. En Rosario, en épocas en que se nos obligaba a denunciar a las mujeres, no logramos disminuir el número de abortos. Por el contrario, la cantidad se mantenía y las mujeres morían o quedaban con secuelas. Ninguna fue presa, nadie de los que practicaba el aborto clandestino e inseguro fue preso, solo dejábamos las huellas dactilares de las mujeres, como un antecedente penal que las marcaba de por vida.
Desde el cambio que opera en el sistema de salud en Rosario y, luego del gran trabajo de nuestras compañeras de “Con todo al Aire” (CLADEM), comienza a operar un nuevo paradigma en la atención, basado en derechos. El número de abortos no se redujo, permaneció igual, pero las mujeres ya casi no morían y las secuelas eran casi inexistentes, según las estadísticas registradas desde 1991.
La incorporación de una canasta de anticonceptivos modernos, el fortalecimiento del primer nivel de atención y la despenalización institucional del aborto, sumado a las nuevas tecnologías como el misoprostol, han disminuido el numero de internaciones a menos del 10 por ciento del registro histórico. Las mujeres ya no solo no necesitan internación sino que las muertes vienen siendo cero.
El misoprostol merece una reflexión aparte. Es una de las tecnologías más revolucionarias de los últimos tiempos, no solo por evitar muertes sino por la reivindicación a la autonomía de las mujeres. El uso de misoprostol es legal, aunque los organismos gubernamentales nacionales se empeñen en no aprobarlo para un uso dedicado (interrupción del embarazo, tratamiento de feto muerto y retenido, huevo anembrionado, hemorragias post parto, tratamiento del post aborto).
El misoprostol es una de las drogas esenciales, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el uso por fuera de lo que dice el prospecto es legal y de buena práctica. No someter a una mujer a un procedimiento quirúrgico cuando existe una alternativa con menos morbilidad es un imperativo ético.
Por iniciativa de las mujeres autoconvocadas Rosario fue la primera ciudad en contar con un protocolo de aborto no punible por ordenanza municipal de nuestro Concejo Municipal. Desde el 2005 en adelante fue cuando el secreto mejor guardado (la existencia y alcances del artículo 86 del Código Penal) comenzó a revelarse.
El aborto es legal por causales en la Argentina. En pocos países del mundo el aborto está totalmente desregulado: o lo es por plazos, como en Ciudad de México y Uruguay, o es mixto por plazos y causales. En la Argentina tenemos una regulación parecida a la de Inglaterra, aunque con más costos para las mujeres.
* Médico tocoginecólogo.
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