La escena no es precisamente novedosa: le pasó al nerd –devenido chico popular– Patrick Dempsey en el film teen Can’t Buy Me Love (1987) o, por caso, a la nerd –devenida chica popular– Lindsay Lohan en Mean Girls, de 2004. La escena tampoco es precisamente ficticia: se repite en secundarias a lo largo y ancho de Estados Unidos, donde miles y miles de muchachxs son hostigadxs en la hora del almuerzo por otrxs que –pura crueldad– les dicen: “No te podés sentar acá”. Pues, para evitar que los fustigados continúen digiriendo solitos en un rincón –o, peor aún, en el baño–, una creativa adolescente ha puesto manos en la masa creativa, pergeñando una aplicación que podría resolver el ostracismo de los más segregados. “En mi vieja escuela, solía ser rechazada por todos mis compañeros, así que comía por mi cuenta todos los días”, esgrime Natalie Hampton (16 pirulos), de Sherman Oaks, California; heroína de ocasión por haber diseñado y lanzado a comienzos de mes Sit With Us, app que permite que outcasts escolares se conecten online y puedan pasar sus ratos escolares en mutua compañía.

“La aplicación permite que ‘embajadores’ organicen almuerzos abiertos de los que cualquiera puede participar. Es como Tinder, pero para el secundario y sin fines románticos, y pretende proteger a los purretes contra las Regina George del mundo”, resume el sitio Refinery 29. “Es una solución privada, a través del teléfono; nadie más se tiene que enterar. Y una vez que llegues a la mesa señalada, sabés que nadie va a objetar tu presencia”, agrega la inspirada chicuela Hampton, que busca darle útil uso a las herramientas virtuales para combatir temas tan candentes de la agenda escolar como ser el rechazo público y el bullying. Inspirada, acaso, por el millón de amigos de Roberto Carlos que, de bajar Sit With Us, bien podría sumar unos cuantos más, que nunca más almorzarán en solitario. Albricias.