El, Beto Casella, señor de radio y tele, casi diríamos intelectual orgánico del troglodismo discriminador local (aunque, la verdad sea dicha, está lejos de alcanzar a Marcelo Tinelli), no se conforma con ser uno de los artífices del primer concurso televisivo de chupada de cucurucho (en el cual dos chicas, a cual más dotada –y no solamente por la naturaleza– de labios generosos, se esmeran por demostrar las piruetas de que son capaces con un helado). Tal vez, hasta se le haya ocurrido que esas escenitas que organiza en Crónicas picantes no son lo suficientemente violentas y sexistas, y por eso el otro día tuvo una idea capaz de despejar toda duda: su sección de cocina. “Vamos a hacer un lomo luciana a la sal(azar)” (seguramente se debe haber reído cuando lo planificó), dijo, y se calzó un delantal para asar dos pelotas de carne y acompañarlas con... un pedazo de carne vestido con una tanga negra que también cocinó oportunamente al grito de “¡carne argentina!” A la misma hora (la franja de las 4 de la tarde da para todo), en otro canal (el 13), el esforzado (e ignoto) Monchi Balestra hacía como que conducía 100 argentinos dicen, ése de un-bando-enfrenta-a-otro-bando tratando de adivinar lo que el centenar de compatriotas opina sobre algo. El asombro apareció, precisamente, en el algo que la producción puso a consideración popular: “¿A qué edad se le empieza a caer todo a la mujer?” “A los 50 –dijo un bando– a los 55”, arriesgó el otro. “No, no, no –retó el conductor–, mucho antes: ¡A los 35!” (deben haber encuestado a los que creyeron a pies juntillas la publicidad ésa en la que Kari Mazzoco les decía a las mayores de 30 “no te arrugues”). A esta altura del partido, no vamos a descubrir la pólvora si decimos que la tele está llena, rebosante, rozagante de discriminación (no sólo de género hablamos: dónde y cómo están las y los pobres, las y los niños, las minorías en general), pero ¿a qué edad se les empieza a secar el cerebro a l@s productor@s de estos programas?, ¿y los ojos a los organismos del Estado que suelen poner el grito en el cielo cuando suena alguna barbaridad políticamente incorrecta?