Amiguete/ta/s, bellezas, amigarchis, chiquis y chasquibunes, no os dejéis llevar por las lenguas que en lugar de innovar van siempre al mismo punto. No os dejéis intimar por aquellis que todo/da lo abarcan pero apenas si acarician y menos aun por brazos que aprietan y sin embargo no/na abarcan ni abrazan ni ponen ni sacan ni entregan ni quitan. Así que, dulces que prometen tortas y pitos que van para cornetas, haced lo que tenéis que hacer o sean nada/do. Ahora bien, ¿qué es lo que hay que hacer? Esa harina de ese costal será desparramada a continuación:

1° pregunta: ¿Debo comerme la rosqueta o seguir hirviendo panchos? No es necesario decir que en la variedad está el gusto y que el gusto es de quien no se priva. Además de ser verdades de Perogrullo, han sido repetidas hasta el cansancio y sin embargo siempre hay quién busca que le limpien la conciencia de sus ideas chanchas (que ya sabemos que limpias no engordan). Pues no seré yo quién lo haga. Comed a voluntad y sin moderación.Y ojito con los panchos, que se hieren de mucho recalentar.

2 ° pregunta: ¿Es posible tragar y sorber al mismo tiempo y sin usar pajita? Acrobacias hay muchas y gracias pocas. Se han conocido casos de sobreestimulados/das bacantes que no bien escupen ya están otra vez haciendo gárgaras u otro/tra/s que no alcanzan a saciarse y ahí se lo/las ve dale que va sorber y cantar. Con pajita es siempre más fácil ya que no se involucran otr/o/a/s instrumentales. También es más aburrido.

3 ° pregunta : ¿La dificultad para poner es dificultad para sacar? Sabe quien estudia física que para contestar esta pregunta hay que tener en cuenta los materiales. Hubo canes que atestiguaron dificultades directamente proporcionales o de proporciones increíbles sobre el final de la tarea. También se sabe que meter la vainilla en té caliente hace que ésta se hinche pero se saque hecha papilla (con la dificultad obvia para quitar entero lo que está en partes) y cavidades que no invitan pero expulsan con más donaire (o sobre todo aire) que discreción. Ponga entonces sin dudar y saque sin chistar (que ya lo dijo la Cicciolina, “después de la sexta vez no duele”).

4° pregunta : ¿A quién siempre entra alguna vez le sale? Amiga, amigo, amigota y ete. A todos nos sale por algún lado aquello que ha entrado. O si no y para mayor claridad: Que sea ud. quien se mete no quiere decir que nunca se la hayan metido, quiero decir mentido, quiero decir salido. Lo que es bueno saber es que no siempre hay correspondencia entre un extremo y otro, entre una puerta y la de más allá, entre un sí y un no. Cambie de roles, de estrategias y de caminos, no sólo para divertirse, también para que no se paspe.