EL MEGáFONO)))
Pensar en la llegada de un “neomachismo” es una trampa del propio machismo. El machismo está enquistado fuertemente en las entrañas de nuestra sociedad. Se moderniza en sus manifestaciones y expresiones pero sigue oprimiendo a todo lo que amenaza sus principios: los derechos de las mujeres, homosexuales y travestis y transexuales.
A nuestro entender, este fenómeno es una reacción de sectores atravesados por valores tradicionales que en este siglo XXI se sienten amenazados por el avance de las mujeres, por la emergencia y difusión del “metrosexual” (primero) y nuevas figuras icónicas masculinas, tal vez representantes de un “nuevo hombre”, más cuidadoso tanto de sus modales como de su estética y por la mayor visibilidad adquirida por el colectivo Gay Lésbico Bisexual Trans, por los hombres y mujeres sentimental y sexualmente ligados a personas de su mismo o ambos sexos.
La idea de “volver al hombre” que incita una publicidad machista significa una regresión porque se plantea a partir de una mirada negativa hacia las alteridades, hacia la otredad, hacia el hombre que no teme exhibir su sensibilidad, su vulnerabilidad, o que cuida en detalle su estética. Vemos una imposibilidad de reconocer y valorar al otro tal cual es, tal cual elige mostrarse ante la sociedad. Es poner en alto el modelo de varón heterosexual que invade el espacio público y lo gana y, a la vez, el que domina a la mujer en lo privado.
Por eso, detrás de ese fenómeno vemos dolorosas amenazas: en su rostro más extremo, esa incapacidad de reconocer y valorar al otro se puede desbandar y convertir en violencia de género en la intimidad de un hogar, en piedrazos en la calle a una chica travesti, golpizas a varones que no cumplen las condiciones que impone la cultura machista, agresiones a parejas homosexuales o lesbianas que no ocultan su amor en público.
La televisión no es ajena a este modelo. El programa de Marcelo Tinelli reproduce los peores estereotipos del tradicional “macho argentino”. Un varón heterosexual, misógino, homofóbico, transfóbico, sin escrúpulos, individualista, antisolidario. Tinelli es un instrumento de la derecha que reproduce todos los valores del capitalismo salvaje y las relaciones desiguales de género.
Y lo que es importante entender es que el machismo afecta a las mujeres, a las travestis, y a todos los hombres machistas o no machistas, homosexuales, bisexuales y heterosexuales. Esta tendencia va también contra aquellos hombres que por estas pautas temen mostrar valores y aptitudes asociadas desde el machismo con la mujer o lo “femenino”. Por ejemplo la mayoría de los varones no visibiliza o vive su homosexualidad por una fuerte condena de la mayoría heterosexual machista.
Hay varones que pueden sentirse identificados con esa revalorización de la masculinidad, tal como era entendida en términos tradicionales. Pero los procesos sociales son dinámicos, la búsqueda es constante, incesante y es la que acompañamos desde Jóvenes por la Diversidad como varones, como putos, como mujeres, como tortas, como travestis, como habitantes del Conurbano, como parte de los sectores populares intentando romper con la homofobia, brazo del machismo para degradarnos y oprimirnos.
* Integrante de Jóvenes por la Diversidad, Movimiento de Diversidad Sexual Nacional y Popular del Conurbano Bonaerense. Más información: www.jovenesporladiversidad.org
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