La Argentina está cuarta en el ranking de anticonceptivos orales. El 30 por ciento de las mujeres argentinas en edad fértil elige las pastillas anticonceptivas como método para el cuidado de su salud reproductiva y sexual. Según una encuesta, realizada por Bayer en 15 países, nuestro país es la cuarta nación en el mundo en utilizar píldoras como método para prevenir embarazos no buscados. Solamente en Alemania, Francia y Brasil las mujeres eligen las pastillas por sobre el diafragma, el DIU, el condón, las inyecciones o las ligaduras tubarias. Esto implica que el arraigo de las píldoras es muy alto a nivel local. Sin embargo, hay que tener en cuenta que a pesar de que la anticoncepción oral es un método eficaz, práctico y muy difundido, también debería combinarse con el uso de preservativos para evitar la transmisión de enfermedades sexuales como HIV, HPV o sífilis.

El 18 de junio, en Buenos Aires, Philip Smits, gerente mundial de Salud Femenina de Bayer Schering Pharma, recalcó: “Cada vez más mujeres en el mundo eligen las píldoras anticonceptivas como método para la prevención de embarazos no deseados. Es un método seguro, simple y que permite recuperar la fertilidad natural apenas se finaliza con su toma diaria. En un mundo donde la mujer cada vez es más independiente, contar con este tipo de métodos es clave para poder llevar una vida sexual segura y plena”.

La pequeña pastilla de ingesta diaria generó un cambio en la sexualidad femenina (ligada obligatoriamente a la maternidad) y permitió una búsqueda del goce sin fines reproductivos. “A diferencia de décadas pasadas, las mujeres de hoy inician su vida sexual activa sin deseos de procrear en forma inmediata, y suelen posponer su primer embarazo a edades más tardías. De esta manera, la necesidad de anticoncepción se transforma en continua y acompaña casi la totalidad de la vida fértil de una mujer, desde su menarca (primera menstruación) hasta su menopausia (última menstruación)”, opinó Julio Seoane, asesor médico de Salud Femenina de Bayer Schering Parma.

Según la información provista por la empresa farmacéutica, las nuevas pastillas anticonceptivas pueden reducir los dolores menstruales en un 60 por ciento, la anemia en un 25 por ciento, el acné y la seborrea en un 80 por ciento, los síntomas del síndrome premenstrual en un 25 por ciento, los tumores benignos de mama en un 50 por ciento, los tumores benignos de ovario en un 80 por ciento y los síntomas de endemetriosis en un 50 por ciento. Sin embargo, hay que tener en cuenta que las pastillas de última generación son las más caras del mercado y que no son las que entrega el Estado gratuitamente en hospitales y centros de salud de todo el país, que sigue dando insumos con menos avances tecnológicos y efectos positivos colaterales mucho más reducidos.