EL MEGáFONO)))
› Por Mariana Vargas *
Una noche de junio y en una fiesta en Rodeíto, cercano a San Pedro de Jujuy, la joven C., de quince años, fue convidada por un grupo de jóvenes con un vaso de fernet con coca. Después vinieron los mareos, los vómitos, y una mano “amiga” que la llevó del baño hasta un auto en el que otros cuatro jóvenes la esperaban. La forzaron a subir y ella, casi sin fuerzas, intentó resistir. Una y otra vez perdió el conocimiento, pero cuando lo recuperaba sentía a los cuatro, uno tras otro, abusar sexualmente de ella en el asiento trasero del auto. La dejaron luego en un camino, donde otro joven la encontró y la llevó a su casa.
C. estuvo diez días internada en el Hospital Paterson de San Pedro de Jujuy. Su madre caminaba desde El Acheral todos los días para verla. “¿Y si me la entregaban muerta?”, pregunta una y otra vez. Luego, los violadores se paseaban por el pueblo como si nada hubiese ocurrido.
Por eso, la madre y la hija recurrieron a la Casa de la Mujer “María Conti” de San Pedro. Allí se realizó una denuncia en los medios y visitas a la Regional Policial. A los pocos días, los violadores, que tenían orden de captura sin que se efectivizara, quedaron presos por menos días de los que C. pasó en el hospital. En El Acheral se decía que salieron porque pagaron una fianza de 15 mil pesos. Pero en las normas procesales de Jujuy no existe la fianza como caución para acceder a la excarcelación.
A los rumores y la libertad urgente de los violadores, se sumó que el juez Argentino Juárez no permite, desde el 10 de agosto, que la madre de C. sea parte en el expediente. No rechaza el pedido de la madre sino que demora la decisión. Esto motivó que, actualmente, se tramite en el Superior Tribunal de Justicia de Jujuy un recurso de queja por retardo de Justicia.
La indignación llevó a las mujeres de la Casa de la Mujer “María Conti” y de la Multisectorial de la Mujer de Jujuy a realizar un escrache al juez el 1º de septiembre. Hubo pintadas con aerosol y refriegas con la policía. Volaron huevos, basura, y luego piedras en la retirada.
El 24 de septiembre, otra vez, las mujeres se apersonaron en el juzgado. Esta vez entraron a hablar con el magistrado. Y salieron con detalles: en cuatro días —dos de ellos inhábiles— se decidió la falta de mérito (falta de pruebas) para los violadores, antes de citar a la víctima a prestar declaración. El juez decidió que no había pruebas antes siquiera de ordenar producirlas. No alcanzaron los días de internación de C., ni su relato a la policía desde la cama del hospital, ni sus lesiones, ni sus ataques posteriores que saben a una psiquis más lastimada que el propio cuerpo.
Mientras los violadores de C. están libres, el lunes 28, Elsa Colqui, presidenta de la Casa de la Mujer “María Conti”, fue citada a la sede policial. Es que liderar a estas mujeres que exigen justicia, que denuncian de corrupto al juez Argentino Juárez, que dicen de San Pedro “tierra de nadie”, motiva ser acusada penalmente de “daños calificados y perturbación de la función pública”. Toda una paradoja.
* Abogada.
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