Un desfile consagrado a nueva tendencia, que con tino los expertos denominan “Moda Inclusiva” cerró el jueves 11, en la pasarela circular del Palais de Glace, la tercera edición del ciclo “Arte contra la Discriminación”, organizado por el Instituto Nacional contra la Discriminación (Inadi). Tanto los bocetos que se exhibieron durante los días previos en el Centro Cultural Recoleta –donde se realizaron charlas acerca de la ley de talles–, las cooperativas de trabajo vinculadas con la manufactura de moda a precios justos como las prendas que fueron exhibidas en cuerpos de integrantes de la asociación tuvieron partidos de diseño relacionados con la no discriminación y el respeto a las diversidades: entre disparadores de cada colección se hizo alusión a “mayores, afrodescendientes, discapacidad, diversidad sexual, diversidad religiosa, género, juventudes, migrantes y refugiadas, niños, pueblos originarios, salud, deportes, trabajo, educación, medios de comunicación y pobreza”.

El jurado de moda admitió a la diseñadora Vero Ivaldi y a la conductora y ex modelo Fabiana Araujo. Entre las y los participantes –hubo quienes tejieron vestidos con su pelo–, Carolina Ivonne Caamaño llamó “Jaula de Pájaros” a su colección referida a los intentos de opresión femenina desde la vestimenta y la tiranía del corsé, del miriñaque y del cinturón de castidad: “Mi diseño trata de plasmar en sus tramas la represión y entre sus colores la libertad, de ahí su morfología de jaula cerrada que en su interior contiene los colores de los pájaros. Considero que la mujer estuvo siempre oprimida por la ropa. Algunas fueron obligadas a dar pasos cortos y a no dejar crecer sus pies. Otras a cubrirse el rostro y todo el cuerpo, asfixiándolo”, argumentó la joven diseñadora, nacida en Comodoro Rivadavia. De la enunciación a la moldería, su colección remitió a prendas que fusionaron pantalones y también faldas a cuellos grandes, a cinturas ajustada y aditivos de collares que al ensamblarse cual la jaula en cuestión adoptaron forma de vestidos. En ellos las cintas al bies exaltaron detalles y tanto los contrastes entre el color y su ausencia, las formas orgánicas y las líneas severas y ajustadas fueron otros trucos para su realización.

El CV de Carolina Caamaño –nacida en 1986– narra que cambió la afinidad por la danza de su niñez en el sur –donde la niña bailarina ganó varios concursos del hip hop a la salsa– por el diseño. Con estudios de moda en la Asociación Biblioteca de Mujeres, trazó sus primeros diseños de ropa y de accesorios regida por el precepto punk de “Do it Yourself”. Así comenzó a realizar bolsos de peluche, a customizar prendas y pins y en la actualidad lleva su interés por el arte callejero y el graffiti y los juguetes de autor a una línea de productos con reciclado de materiales. Se trata de muñecos y de collares hechos con tela a los que también traslada sus mensajes sobre la mujer y los miedos sociales. Para ello, cada pieza tiene textos que funcionan como manifiesto y packagings de reuso. Para apreciar su vasto imaginario y militancia antidiscriminación, remitirse al blog: www.ivonnecaamanio.blogspot.com

Se vinculó con la escena del rock y organizó recitales de punk en galpones y antiguas panaderías para las bandas Boom Boom Kid y 250. Luego de afincarse en Buenos Aires se sumó al colectivo “Ropas Desastre”. Allí, junto a Pablo Bobadilla, Pablo Marrone y Cecilia Molina sitúan al clásico combo de la camisa y al pantalón Ombú como soporte de reflexiones alrededor de la cultura del rock y el trabajo.