Gansos salvajes volando, vestidos blancos con cinta azul de raso, copos de nieve en la nariz, inviernos plateados derretidos en primaveras o gotas de lluvia sobre una rosa eran para María Von Trapp (la adorable Julie Andrews de La novicia rebelde), felicidad concentrada. Gracias al afán del diseño, ahora es posible vestir íntimamente esa alegría cotidiana, tan bien descripta y cantada en “My favourite things”. ¿Cómo? Gracias a NoLineal, el local de medias, bombachas y bikinis que hace estampados de inspiración cinematográfica. Y que ninguna bailarina en la oscuridad venga a pinchar el globo de jolgorio...

Detrás de la atractiva idea, está la dupla de diseñadores de Imagen y Sonido Coralis Dulfan y Federico Robles, dos jóvenes en sus 30 que, por la tangente, sublimaron su amor por el cine cuando en 2003 crearon la empresa. “Empezamos en Plaza Serrano con el boom de las ferias e hicimos todos los Dorrego, incluso el de chicos. ¡Pero vendíamos más a las madres”, recuerda Robles sobre el itinerario previo a depositar taller y local en Güemes 4125, actual “residencia” de sus medias de lycra, ropa interior y trajes de baño. “Al comienzo, las pintábamos artesanalmente con tintas para sublimar; después generamos variedad”, agrega. Y aclara que los tópicos cinéfilos llegaron más tarde: “En el proceso, buscamos una identidad. Cualquiera puede estampar medias: nosotros hacemos estampado fílmico exclusivo”.

La selección (o el homenaje, según como se vea) es variada y caprichosa: Desde La novicia rebelde, de Robert Wise, o Cantando bajo la lluvia, de Stanley Donen, pasando por El dormilón, de Woody Allen, Metrópolis, de Fritz Lang o Viaje a la Luna, de George Méliès ¿Otros títulos? Gato negro, gato blanco, de Kusturica, Los pájaros, de Hitchcock, y Sueños, de Kurosawa. Pero, ¿qué unifica el criterio? En palabras de Dulfan, se trata de elegir “películas de autor, clásicos que han tenido un tiempo de maduración”.

Claro que no hay nada explícito en los diseños y eso impregna de tintes lúdicos a la propuesta. “Algunos son más identificables que otros; no hay una bajada evidente pero a la gente le gusta jugar”, cuenta Coralis. La dinámica es –parafraseando el slogan– “divertirse adivinando quién es quién”, con vendedoras al pie del cañón, dispuestas a responder la duda suprema: “¿En qué film se inspira tal bombacha?”. Eso no es todo: la experiencia, en sí, apuesta a ser integradora: a la estética vintage de la tiendita boutique acompaña soundtrack –también– fílmico con temas clásicos de clásicas películas. Y, como no podía ser de otra forma, web acorde: www.nolineal.com.ar.

Con un target femenino que oscila entre los 25 y 50 años, según los dueños, talles a medida y precios que van desde 26 pesos (bombacha), 45 (corpiño armado) o 180 (malla), NoLineal suma puntos estratégicos: no sólo tiene presencia en otros locales palermitanos y de San Telmo; también comercializa en Mendoza, Bahía Blanca, Mar del Plata y otros lugares del interior. Como si eso fuera poco, importa a Alemania y Suiza en bases regulares. Y a países como España o Israel ocasionalmente.

Con todo, tampoco la vedette de la propuesta (el estampado) para de crecer. Para el año próximo, la dupla ya convocó a ilustradores varios para trabajar un nuevo tópico cinéfilo: los dibujos animados. “Van a ser, por lo menos, cuatro nuevos estampados con variantes de color y diseño. Las bajadas irán a las medias y a una muestra para que el visitante vea la estética y el trabajo del artista a partir del tema propuesto”, adelanta Robles. Y destaca que, aunque la calidad de materiales y la confección sean una prioridad, la ropa es apenas un soporte: “No comprás un producto y listo; es un objeto de diseño con valor agregado. Además, la gente se entusiasma y ve la película. Es difundir algo que nos gusta”.