Que no es noble ni hidalga. Eso, al menos, dice el diccionario, ese objeto casi caído en desuso, cuando se busca el significado de la palabra plebeya. Sin embargo, Plebella (así, con doble l) es también el nombre de una revista de poesía que en este mes edita su número 21, dedicado íntegramente a las mujeres. Desde su alumbramiento, la revista editó especiales dedicados también a Uruguay, México y Chile sin olvidarse claro, de los talentosos y talentosas locales que resumen en una “antología completísima”. En este mundo que no es sólo de papel porque la edición on line circula en nombre de la ecología –la revista se edita esta vez y por primera, en papel reciclado– y también de la difusión de su material, conviven por obra de su editora, Romina Freschi; un ensayo de María Alicia Gutiérrez para apoyar la legalización del aborto y una muestra de poemas que problematizan las relaciones amorosas y familiares. Porque la poesía va mucho más allá de los versos.

Los números de Plebella suelen tener un eje que conduce su contenido. Y que se rige por las cábalas de quienes buscan en la quiniela un golpe que cambie su suerte. En ese sentido, el 20 fue la fiesta; el 21 es la mujer. Festivales y encuentros de poesía se multiplican por doquier en las páginas y son reseñados por sus mismos participantes. En este número, que marca un cambio de diseño –papel ecológico y el lanzamiento on line– aparecen Cuqui y Juana Peralta reseñando la visita de Cristóbal y Alejandro Jodorowsky a estas tierras.

Amores, nidos, dolores. Parte de ellos anidan en Plebella combinando con encanto palabras como sangre, clavos, aliento, pulso, cuerdas que se cortan abruptamente por la aparición de algún Menem o algún Blumberg, así intempestivamente, como sucede con la poesía.

Plebella publica un sinfín de autores y autoras inéditos y lo hace mediante convocatorias que lanza en sus páginas, además de brindar información sobre talleres, cursos y espacios para quienes quieren empezar a construir su camino hilando palabras.

La filosofía, el pensamiento y también el arte contemporáneo, el cine o la música se cuelan entre las estrofas. Todo convive sutilmente, unido por puentes de palabras.

Juan L Ortiz, Vallejo y Diana Bellessi conviven con las nuevas plumas en notable armonía. Cada cual con su magia y con su tiempo, la revista se lleva bien con lo infinito porque su horizonte es amplio y todo parece abarcarse.

Plebella tiene mucho de la mirada de los mismos que escriben, simplemente escriben, lejos de la academia y de la crítica periodística. Muestra lo que se hace, podría decirse que funciona como caleidoscopio cotidiano.

Las ilustraciones de Eduardo Zaballa acompañan los textos que ya hace 5 años se mantienen en la marea de las publicaciones culturales casi como conviviendo entre caníbales y hace de vértice de encuentro también de los resultantes de grupos y talleres de poesía. De personas que se juntan, escriben y liberan eso que hacen, así sin más.

Plebella suele ser muy amable con sus suscriptores, entregándoles especiales y bonus por pedir la revista cuatrimestral en sus domicilios. Y en esta edición de La Mujer, dedica el contenido y los buenos deseos a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

“Los ocasionales sobrevivientes del día, se estrechan la mano. Para la dueña.

Palabras de consuelo. Viuda de linyera ahora baldea la vereda con lavandina.

Queda reluciente”. Solo tres líneas, una muestra de lo que guarda Plebella entre sus páginas, por cierto, que relucen sobrevivientes.

www.plebella.com.ar