Vie 11.03.2011
las12

DERECHOS

La mortalidad materna es una epidemia

Este año se creó ONU Mujeres para darle un rango mayor a la lucha contra las desigualdades de género a nivel mundial. La representante regional de Brasil y el Cono Sur, Rebecca Reichmann Tavares, conversó con LAS12.

› Por Luciana Peker

Cuatro de cada diez varones conocen a algún familiar, amigo o conocido que ha golpeado a una mujer o practican esta agresión de una forma más regular. “La agresión se produce cuando la mujer quiere separarse, ser independiente o salir de la casa. El tema central de la violencia es el control”, explica Rebecca Reichmann Tavares, una psicóloga norteamericana que vive en Brasilia y ahora es la representante regional para Brasil y el Cono Sur de ONU Mujeres, la entidad de las Naciones Unidas –creada el 24 de febrero del 2011– para propiciar la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.

–¿Por qué si Naciones Unidas ya contaba con Unifem y otros organismos que trabajaban las cuestiones de género se creó ONU Mujeres?

–Existían cuatro entidades separadas que no trabajaban de forma coordinada: Unifem, un instituto de investigación con sólo diez personas en República Dominicana, una instancia para asesorar al secretario general de la ONU y otro organismo para opinar sobre el estatus internacional de la mujer. Eran oficinas pequeñas que hacían alguna parte del trabajo pero no todo. Ahora estamos unificados. Pero no somos sólo una suma de las partes. La creación de ONU Mujeres implica darle un rango mucho mayor a la problemática de género. La nueva entidad es una secretaria general y su presidenta, Michelle Bachelet, participa en el Consejo Directivo de Naciones Unidas, que es algo similar al gabinete de la ONU.

–¿Es una decisión política de Naciones Unidas jerarquizar la lucha por la igualdad de género?

–Exactamente, es una elevación en importancia y prioridad en las cuestiones de igualdad de género dentro de la ONU. Ahora estamos al mismo nivel que el trabajo que hace Naciones Unidas por la infancia, la paz o la seguridad.

–La semana pasada (8 de marzo) fue el Día de la Mujer y todavía se escuchan muchas voces que cuestionan esa conmemoración y suponen que ya no se puede avanzar más. ¿Por qué, en cambio, la ONU considera que es necesario reforzar la lucha por la igualdad de género?

–Porque, todavía, en muchos países las mujeres no tienen derecho al aborto, ni a recibir herencias, ni a ser propietarias o a tener acceso al crédito o a cuentas bancarias (en donde sólo los maridos pueden sacar cuentas) o las muchachas no van a la escuela. También sigue existiendo la mutilación genital. Hay países en donde estamos lejos de resolver estas desigualdades y, en otros, donde sí existe participación política, inserción en la fuerza laboral, paridad en la educación secundaria y universitaria, igualmente tenemos mucho que mejorar en la violencia contra las mujeres, que es un fenómeno universal. Además tenemos que luchar por la igualdad de sueldos: en América latina la diferencia salarial, con el mismo nivel de preparación, es de un 40 por ciento menos para las mujeres.

–¿Qué análisis hace de la Argentina, en donde convive un alto grado de participación política y de estudiantes universitarias con una elevada tasa de mortalidad materna, en gran medida a causa del aborto clandestino?

–Es un tema muy importante. Nosotras no trabajamos directamente con el tema de mortalidad materna (porque en esa área interviene el Fondo de Naciones Unidas para la Población), pero sí consideramos que es una epidemia y que para alcanzar las metas del milenio (que se cumplen en el 2015, en sólo cinco años) el aborto clandestino es un problema. Hay buenas perspectivas de que las metas que nos propusimos sean alcanzadas, menos en mortalidad materna. Por eso, nos damos cuenta de que los servicios de salud sexual todavía no son ofrecidos de la manera en que debían prestarse. También existe el problema de los abortos ilegales. Ya sabemos que el aborto, sea legal o no sea legal, es practicado porque muchas personas que no tienen cómo mantener una familia más grande o por otros motivos recurren a esta intervención.

–¿Argentina puede cumplir con su compromiso ante la ONU en las metas del milenio de llegar al 2015 con una baja considerable de la mortalidad materna o el aborto clandestino va a impedir que se cumpla con la mejora en la vida de las mujeres que está pactada?

–Yo creo que la clandestinidad va a impedir que se alcancen las metas del milenio sobre mortalidad materna, porque la gran mayoría de los problemas en salud reproductiva y de muertes es resultado de abortos practicados en condiciones inseguras.

–¿Usted está a favor de que se despenalice el aborto y pueda ser practicado en hospitales públicos y en condiciones seguras?

–ONU Mujeres no tiene una posición oficial sobre la despenalización del aborto. En cada contexto y en cada país se analiza el proceso. Pero la verdad es que cuando las mujeres pueden practicar un aborto seguro, legal y en un hospital se generan cifras mucho mejores de salud.

–En Argentina, el año pasado, según monitoreos de medios, los femicidios aumentaron un 10 por ciento. ¿La violencia de género está saliendo a la luz o hay un resurgimiento de la violencia machista como reacción a la independencia femenina?

–Lamentablemente no tenemos cifras confiables sobre violencia. No sabemos si se están conociendo más casos de violencia como resultado de la mayor conciencia pública y la mayor voluntad de denunciar o si está aumentando la incidencia de la violencia contra la mujer. Pero sí sabemos que cuando la mujer comienza a actuar de una forma más autónoma (trabajando afuera o de manera independiente) muchas veces la reacción del hombre es la violencia.

–¿O sea que muchas veces la violencia es una reacción a la independencia femenina?

–Sí.

–¿Hay mediciones sobre el nivel de violencia en los varones?

–En Brasil, recientemente, se publicó en un periódico una encuesta de un instituto de investigación que fue chocante. Normalmente nosotras usamos las cifras judiciales y policiales y nunca se había hecho un estudio sobre las ideas de los varones en relación con la agresión física hacia las mujeres. Por eso, fue muy revelador saber que más del 40 por ciento de los varones conocen a algún familiar, amigo o conocido que ha golpeado a una mujer o practica esta agresión de una forma más regular. Ante la pregunta de por qué golpean a las mujeres, ellos respondieron que los motivos son que la mujer quiere separarse, ser independiente o salir de la casa. El tema central es el control.

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