Vie 25.03.2011
las12

EL MEGáFONO)))

Todo lo que ha hecho Sofovich en cincuenta años de televisión es machista

› Por Julia Mengolini *

“No ideologicemos todo”, dice Gerardo Sofovich. Aunque él sabe bien –como viejo zorro de la política– que todo, pero todo, es política. Cada minuto al aire de televisión es política, porque cada minuto de televisión genera (y reproduce) discursos, ideas, hegemonía. En fin, cultura. Cada minuto es producto de una puja de intereses, cada minuto de aire en televisión puede ser una batalla ganada y otra perdida.

Sofovich argumenta que lleva más de cincuenta años de éxito en televisión: cuánta influencia, carajo. Cuántas subjetividades atravesadas, cuántas cabezas formateadas por el modelo que Sofovich propone de mujer. Sofovich no es el notero bobo de Crónica, ese que persigue culos por las plazas durante el verano. Sofovich es de los que manejan los hilos, sólo que a veces el hilo se deja ver.

¿Y las mujeres que se prestan? Que lo parió, vamos derribando mitos. Existe todo un andamiaje histórico y cultural puesto en marcha para convencernos a nosotras, las mujeres, de que nos hemos de preciar en tanto culos que somos, que nuestros culos han de ser perfectos como los de la tele, que si es un buen culo entonces hay que exhibirlo y que el resto de lo que somos es secundario, prescindente, adicional. Y todo es naturalmente así. Es como es y como debe ser.

No es tan fácil dar cuenta de los mandatos culturales cuando casi no hay señales de que las cosas podrían no ser como son o como quieren que creamos que son. Son siempre nuestros culos los expuestos, los perfectos, los que llenan el jean que a la vez limpia el cerámico con Ceramicol. Entonces ni te das cuenta de que te discriminan cuando la tarea de limpiar el piso, y a la vez tener buen culo, es tuya y sólo tuya.

Machismo es hacer valer una asimetría de poder entre hombres y mujeres, y todo cuanto ha hecho Sofovich en esa vasta carrera que saca a relucir es recostarse en esa relación desigual de poder. El eje argumental de Sofovich ha sido desde siempre el mismo: el de la dominación masculina y la cosificación de las mujeres.

¿Mostrar a una linda mina es cosificarla? Yo tengo mis vanidades, mis complejos, mi coquetería, mi feminidad. Consumo la In Style, la Vanity Fair y la Vogue. Tengo una estética determinada, atravesada por lo socialmente establecido, claro. ¿Se piensan que vivo en un iglú? Me gusta estar linda, hago Pilates para que mi culo no decaiga demasiado porque quiero un lindo culo. Pero me comprendo como un todo. También tengo piernas, tengo tetas, tengo manos, tengo ojos, tengo lágrimas, tengo emociones, sensaciones, tengo una historia, tengo mil historias, tengo algo para decir. Entonces, pasen y vean mi culo, miren todo lo que quieran, siempre que no confundan la parte por el todo, mientras vean el cuerpo en su contexto: una mujer. Y respeten a esa mujer.

¿Cómo se pone una cámara en el culo de una mujer sin sonrojarse? Viendo una cosa en lugar de una mujer. En su programa, Sofovich juega al macho alfa entre muchísimas minitas en pelotas. Y como corolario, las maltrata. El contenido es sólo ése: poner de manifiesto una relación de poder. Tal vez no sea el paradigma predominante, pero hay quienes asistimos con indignación a estos maltratos al género. Sabemos que es una lucha larga y a paso de hormiga. Más tarde o más temprano lo vamos a lograr. Lástima que Sofovich no va a estar entre nosotros para verlo.

* Periodista, militante y abogada.
Más información: www.diarioregistrado.com

(Versión para móviles / versión de escritorio)

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS rss
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux