“Manos sobre los ojos, abro y ¡acá está!”: PeekABoo, en inglés es un juego de niños, y ahora también el nombre de un sello editorial que se propone publicar proyectos donde imágenes y palabras tengan un lugar. Tender un puente entre la poesía y las artes visuales, y observar los cruces entre artistas y escritores que –aunque no se conozcan– tengan, tal vez, obras que vayan en una misma dirección.

El sello fue presentado en La Casa de la Lectura y para celebrar sus comienzos, Andi Nachon, Juan Fernando García, Mariana Chami, Mariano Gómez Morena, Daniel Castigliani y Fabián Muggeri –impulsora e impulsores del proyecto– salieron a la búsqueda de amigxs para una edición colectiva en la que todxs participaron con “material visual, textos, ambos combinados, o uno y algunos”. Y, además, sugieren una prenda: que sus trabajos hagan eco en el “¡acá está!” que propone el sello: “Eso que se entrega a la mirada de los demás, eso que se muestra con las manos abiertas”, dicen.

El chispazo inicial que los decidió a imaginar y pensar un sello que articule poesía y artes visuales estuvo dado por una motivación estética. Cuenta Andi Nachon: “Como poetas, hace tiempo que encaramos proyectos en los que nos vinculamos con artistas visuales de distintas disciplinas. Lecturas y proyecciones, pequeñas ediciones que dan cuenta de la interacción de distintas miradas y lenguajes a través del cruce. La realidad es que creemos que no hay un lugar que aúne este tipo de ediciones. Por un lado, tenés los libros de arte que resultan caros e inalcanzables y, por el otro, los libros de poesía de ediciones independientes que sólo atienden a un soporte. Entonces, a partir de la producción de amigos cercanos, empezamos a pensar en una editorial que se centrara en otras experiencias: poesías y fotografías, novelas gráficas, ilustración. De ahí nació PeekABoo como posibilidad de encauzar esos deseos que abrevan en el puro placer y en algo original en tanto objeto”.

En una primera instancia, es posible decir que los libros tienen una factura bien atractiva. En Volumen 1, los poemas de Andi Nachon vienen acompañados de fotos que ella misma ha tomado en distintas circunstancias y dialogan entre sí. “Nada más alejado de la correspondencia unívoca poemafoto –destaca Fabián Muggeri–. En el caso de J, los dibujos de Daniel Castignani apelan a la pureza del trazo, en escenas amorosas homoeróticas y vienen acompañadas de un poema de Amelia Biagioni. Estos dos primeros títulos abren dos caminos diferentes, pero que encontramos familiares por cuanto estimulan ese cruce que tenemos como premisa. También, estamos por editar una novela gráfica y otro poemario con fotos del autor, a los que seguirán otros ‘cruces’, otras asociaciones que tenemos ganas que sucedan. Porque nuestra experiencia se funda en esos encuentros y ahí viene PeekABoo a corroborarlos.”

En los creadores de PeekABoo hay antecedentes tanto en edición como diseño: “A todos nos interesan cosas parecidas”, subraya Juan Fernando García. “Disfrutamos de los bellos libros y nos une la poesía como práctica sostenida en años. Fabián Muggeri se ha especializado en el diseño de libros de arte y por eso confiamos plenamente en la factura de la colección. Además de su interés particular por la literatura. Andi Nachon y yo hemos editado y coordinado distintos emprendimientos, las Ediciones Suscripción, por ejemplo, en 2000, donde siempre hay presentes escritores y artistas. De hecho, ahora estamos trabajando en la realización de un programa sobre fotografía argentina, coproducido por la Universidad Nacional del Noroeste de la provincia de Buenos Aires y canal Encuentro.”

PeekABoo remite a la expresión “¡Acá está!” que se usa en el juego infantil, como si quisieran reafirmar esa idea: “¿Me ves?”. Así lo expresan en la línea editorial: “Un acuerdo entre imágenes para llevar: ediciones que celebran encuentros y cruces. PeekABoo. ¿Me ves? Cualquier mañana, cierto nombre, la suavidad con que alguien ató un cordón o acomodó la almohada. Apenas vislumbrado: centelleo que hace lo poético. PeekABoo o esas cuestiones que a veces buscan otro lugar”.