PANTALLA PLANA
Un ciclo que pone al descubierto algo que ya se sabía pero que sigue asombrando cada vez que se comprueba: todo pasa en las mejores familias.
› Por Graciela Zob
Lenny está divorciado, tiene 34 años y muchos problemas. ¡Pero quiere tanto a sus hijos! No quiere dejar de ocupar el lugar de padre, o lo que el entiende que es el lugar de padre, por nada del mundo. Ni siquiera abandonaría este lugar que llegaremos a odiar antes de los primeros 30 minutos, por el bien de sus hijos. ¿Hijos dijimos? Lenny sería capaz de olvidarlos en un supermercado mientras trata de comprarles el alimento más sano y fortificado. Lejos de los estereotipos del padre ausente, el padre pródigo o el padre autoritario, Lenny quiere ser un padre moderno, es decir, canchero, comprensivo, con sentimientos a flor de piel y gran dedicación. Es bastante solitario, con todo el componente de egoísmo que esta categoría incluye, y una vez al año tiene la oportunidad de pasar 15 días al lado de sus hijos, hacer la vida con ellos que nos han vendido como la del padre modelo, buscarlos al colegio, educarlos a su imagen y semejanza. Eso es lo que vamos a ver ahora, lo que ocurre en esos 15 días intensos y mágicos. Los chicos tienen 9 y 7 años y estarán comandados por un personaje que corporiza la amoralidad, la racionalización y la insistencia en el error. Vale advertir que Go Get Some Rosemary es una película que pone a prueba la tolerancia de los espectadores hacia dos tipos de abusos: abuso de recursos de cine moderno, tan de los años 90. Con esa cámara nerviosa, cortes abruptos y guiños constantes. Y, por otro lado, y ya desde adentro del guión, tolerancia hacia la paternidad irresponsable hasta extremos que rozan lo trágico. El protagonista, amante de sus niños aunque mucho más amante de ellos dormidos que despiertos, no duda en suministrarles un somnífero para poder seguir con sus actividades. Y esta no es la peor de las calamidades que comete siempre en nombre del amor y la familia. Completamente inmune a la madurez, este padre que es totalmente incapaz de responsabilizarse de sus hijos, es a la vez el mejor compañero de juegos. La película ahonda en esa figura del padre inútil pero bueno, al que se le termina perdonando hasta el abandono. En este caso, esa figura queda tan desprotegida que darán ganas de salir y hacerle un juicio o al menos un largo reclamo.
Durante todo el mes de septiembre, Primer Plano I.Sat presenta un ciclo dedicado a destripar a la familia. El miércoles 14 podrá verse Go Get Some Rosemary (2009), esta película de los hermanos estadounidenses Ben y Joshua Safdie –que aquí pasó por el Bafici del año pasado– donde actúan en los roles de los niños Sage y Frey Renaldo que, en la vida real, son los hijos del guitarrista de Sonic Youth. El miércoles 21, se presenta la encantadora y dramática I Killed My Mother del superjoven y aclamado canadiense Xavier DolanTadros, que empezó hace poco en el mundo del cine con sólo 19 años y ya tiene una carrera por atrás y por delante. Esta película resultó premiada en el Festival de Cannes, preseleccionada como candidata para los Oscar, en 2010, en la categoría de película de habla no inglesa. Y el miércoles 28, el encuentro es con La familia Wolberg, la ópera prima de la crítica y guionista francesa Axelle Ropert. El relato trascurre en un pueblo de provincia y se centra en la figura de un excéntrico alcalde y padre controlador, que manda tanto dentro como fuera de su clan.
Todos los miércoles de septiembre a las 22 por I.SAT
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