Que la despenalización del aborto es un debate que se instaló en la agenda política y en la opinión pública, ya no quedan dudas. Es curioso cómo avanzan las argumentaciones y cómo quienes en algún momento echaron mano de argumentos religiosos para evitar el avance de proyectos despenalizadores, hoy sólo pueden nombrar a Dios en una exclamación, pero no para justificar la muerte de 3000 mujeres desde 1983 por abortos clandestinos. Debilitado el nombre del Padre, la discusión cobró estado parlamentario, avanza desde noviembre pasado en el Congreso y se instala en programas de debate de todos los canales, exponiendo al arco partidario que redactó sus proyectos, solidificando la postura de quienes han peleado y pensado durante tantos años cómo correr el eje de “aborto sí o no” a la urgencia de un aborto despenalizado en vista del hecho de que las mujeres abortan, y que las más vulnerables mueren.

El martes 27 de septiembre está pautada una reunión convocada por el presidente de la Comisión de Derecho Penal de la Cámara de Diputados, Juan Carlos Vega, para tratar los proyectos de despenalización del aborto en danza, pero sobre todo el suyo. En una maniobra extraña, a un mes de las elecciones y mezclando lo propio y lo ajeno, Vega pretende que a partir del martes se discutan los cuatro proyectos para modificar el artículo 86 de abortos no punibles, artículo que existe desde 1922 y que es sistemáticamente incumplido, lo que deriva en la judicialización de tantos casos, siendo el de LMR en Misiones tal vez uno de los más paradigmáticos de los últimos tiempos para describir la violación de derechos a los que se somete a una niña de 14 años con un embarazo en curso producto de una violación y donde se evitó hacer cumplir la ley.

Cecilia Merchán es diputada nacional por la provincia de Córdoba (alejada desde el mes pasado del bloque de Libres del Sur) y una de las 50 firmantes (que son de diferentes bloques políticos) del proyecto de ley que lleva adelante la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, que propone la interrupción voluntaria del embarazo. Para ella, ésta es una maniobra para clausurar el debate y el proyecto del propio Vega, no es más que una salida elegante para aparentar el tratamiento del tema pero con trampa. Vega propone restringir la letra del artículo 86 a las primeras doce semanas, con la “promesa” de que no habrá judicialización en esos casos, lo cual, no cuenta con ninguna garantía y encima restringe el artículo ya existente que nada dice sobre el plazo en el cual se puede solicitar la interrupción del embarazo. “Los que estamos a favor de una discusión seria, no de los fuegos artificiales que implican ‘hacer que’ te interesa el tema y en verdad disfrazarlo, no estamos de acuerdo con que se mezcle la modificación de un artículo que ya está redactado con la posibilidad real de despenalizar el aborto. Queremos llegar a un temario, que se mejoren las audiencias, que sean más abiertas, que haya más expositores: este es un planteo que venimos haciendo desde el año pasado y sin embargo se posterga o se encubre con esta convocatoria”, dice Merchán y menciona los otros cuatro proyectos que también apuntan a la modificación del 86, como el de Gladys González, del PRO, que propone aborto no punible para casos de violación o de feto anaencefálico en las primeras doce semanas. “La preocupación sobre el aborto la tenemos todas las mujeres. Estoy en contra de la despenalización porque creo que no es la solución al problema. El 40 por ciento de la mortalidad materna es porque las mujeres pobres no tienen acceso a la salud y 40 por ciento es más que el 21 por ciento que muere por abortos clandestinos. No queremos que las mujeres tengan la opción del aborto, sino que siempre elijan por la vida”, dijo en C5N, en un debate en vistas de la reunión del 27 remixando el viejo argumento “por la vida” sin recurrir al cuento del feto que lucha con sus puñitos para que no lo asesinen, pero haciendo hincapié en la elección de seguir adelante con el embarazo cueste lo que cueste y haciendo el cálculo de “40 es más que 21”. De este tenor son los argumentos que se podrían escuchar el martes.

Según la diputada, el encuentro del 27 sirve también para aquellos que pretenden decir “de esto ya se habló”, y definir su posición en ese vacío donde no queda claro si se está a favor o en contra, porque lo que es cierto a esta altura es que ya no hay tanta vía libre para hablar en contra del aborto. Una vez que se corrió la discusión del aborto sí o no, que era totalmente improductiva, una buena pregunta para Vega, quien termina su mandato en diciembre y según él mismo confesó quiere hacer una carrera internacional donde haber estado involucrado en este debate le suma puntos, pero no TAN involucrado. “Me parece importante que quienes planteamos esto somos mujeres en edad reproductiva, damos la cara y le ponemos nombre y apellido a la lucha. No hay que desesperarse, hay avances claros, incluso el diario La Nación ha publicado encuestas serias sobre el tema, donde la opinión favorable de los jóvenes se vio reflejada. Por supuesto que están los conservadores, pero pierden fuerza y en poco tiempo. Hace solamente un año la señora Hotton ponía el grito en el cielo por la pastilla del día después, hoy no podría ni pronunciarse con esa postura. Con el matrimonio igualitario pasó lo mismo, hay un debate que se cancela y se avanza. Yo apuesto a un 2012 con una discusión seria, pero esto del 27 es una incoherencia, y es importante que la gente lo sepa”, reafirma Merchán, quien contó al diario Tiempo Argentino haberse sometido a un aborto a los 18 años, que luego se complicó y terminó en una clínica privada con un diagnóstico falso que la salvó de ser denunciada. “La idea de la clandestinidad es terrible, sufrís como una marrana, no sabes qué te va a pasar, vas de un lado al otro mientras te dicen que podés perder el útero y tenés que estar callada, con miedo a que te descubran. Todo lo que envuelve a la clandestinidad es espantoso”, dijo en aquel momento y refuerza ahora: “Muchas mujeres luchando durante muchos años no serán en vano porque han y hemos aprendido mucho sobre cómo instalar la urgencia de esta ley”.