MUESTRAS
Una paleta que estalla en los ojos de quien la mira y una estética que se puede asimilar a “lo grasa” se desprenden de la obra de Carla Benedetti, una artista que no le tiene miedo al barroco y usa lo kitsch como plataforma de despegue para pintar su universo.
› Por Roxana Sandá
Carla Benedetti eligió enero y vidrieras para su muestra plástica versión 2012. La artista se siente cómoda en la Sala 2 del Centro Cultural San Martín, porque una de las paredes vidriadas se abre a la calle Sarmiento, y ese paisaje le remueve la fe de atraer a los sin tiempo del centro porteño. El paraíso eres tú, nombre elegido para un conjunto de obras que intentan empalagar los sentidos con pinturas espesas, estridentes en todos los casos y bien plantadas en un colorerío donde se chorrean jugos frutales, se deshacen plantas maduras, se muerden hojas carnosas. La exposición no da lugar a pesimismos ni a dudas hegelianas: las personas y los mundos retratados se funden en la abundancia de una felicidad difícil de empardar. “Son pinturas de imágenes preciosas y almibaradas”, dirá su autora con orgullo. “Paisajes imposibles que funcionan como escenografías en escenas en las que aparecemos retratados mis seres queridos y yo. Pintados al óleo, con un color saturado y vibrante, que muchas veces no corresponde al color real”, por fortuna para quienes observan su ascenso desde 1999, cuando presentó a esta aldea devenida art-ciudad un primer trabajo desafiante pero entrañable.
La Benedetti nació en 1975, con los genes rebeldes cargados por la década, y la premura de disfrutar a paleta rebalsada. “Me place empalagarme de belleza. Nunca entendí por qué el buen gusto tenía que ser ‘medido’. Creo que no tengo buen gusto” miente divertida, porque sabe que se pierde en ese infierno encantador de los naranjas engamados, los turquesas arremolinados en esmeraldas que empañan la vista, los cuerpos desnudos que empalidecen cualquier espejo de agua. “Me inspiran todas las imágenes que rebalsan significado. Me pregunto si viviría más tranquila en un mundo así... Creo que no. Me gusta imaginarme un mundo tan cierto como la certeza de cuando uno es chico”, dice.
Tiempo atrás, esta mujer sucumbió a una encuesta breve sobre su visión íntima del arte en un punteo que la vislumbró autóctona a tiempo completo y aun así receptiva a los estímulos de la globalización, con lo cual, y advertencia de por medio, no se estaría en las puertas de un híbrido “porque el arte debe ser ante todo sincero”, reflexiona con humildad. Los puntos en cuestión no la definen ni mucho menos, pero la acercan liviana al que busca encandilarse con soles furiosos o árboles gore impensados en un marco de alegría. Aquí van algunos: “Todas las obras representan diferentes momentos y facetas en mi vida. Otros verán en mi obra detalles que se me escapan y hablan de mí. Tengo muy mala memoria, y lo que hoy me parece importante, mañana es reemplazado por algo que pasado lo reemplaza... Me limito sólo a disfrutar de lo que veo”.
Por elección innata, Benedetti se identifica con el pop art y ni falta hace que se explaye en ese capítulo que se completa a la hora de repasar su enciclopedia personal con los referentes: Antonio Berni, Andy Warhol, Jeff Koons, Peter Doig, Franz Ackerman y Jon Currin. El empeño consistirá en “generar imágenes tan bellas que despierten placer, para encantar a los espectadores mientras reconocen en las obras elementos de una estética ordinaria, grasa, la que encuentran en los todo x dos pesos, haciéndolos reflexionar acerca de cómo nuestra cultura se construye de la suma de realidades, y cómo la realidad de lo barato, lo desclasado, construye nuestro sentido de la belleza”.
El paraíso eres tú se expone hasta el 5 de febrero próximo en la Sala 2 del Centro Cultural General San Martín en Sarmiento 1551, CABA.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux