SALUD
La totalidad del equipo de ginecología del hospital de emergencias más grande de la ciudad de Rosario se declaró objetor de conciencia en relación con derechos consagrados por la ley, como son la anticoncepción quirúrgica –ligadura de trompas y vasectomía– y el aborto no punible. A pesar de que existen otros centros de salud, la Multisectorial de Mujeres de esa ciudad denuncia la evidente desprotección de las mujeres que allí se atienden.
› Por Clarisa Ercolano
Hace una semana, la Multisectorial de Mujeres de Rosario denunció que en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (HECA) no existían garantías para la atención de abortos no punibles, dado que los profesionales de la salud de ese nosocomio son “objetores de conciencia”. El HECA es el hospital de emergencias más grande que tiene la ciudad. Y luego de que el caso de la niña entrerriana de 11 años que no pudo interrumpir su embarazo producto de una violación fuera tapa en todos los medios además de generar escarches y hasta pedidos de renuncia contra el ministro Cettour, la Multisectorial de Mujeres de Rosario (MMR) se puso en alerta. Es que en total son 277 los agentes de salud que conforman el Registro de Objetores de Conciencia que impulsó a modo informativo el Ministerio de Salud santafecino en torno a las prácticas médicas relacionadas con los derechos sexuales y reproductivos. Y de ese número, 136 pertenecen a Rosario, entre ellos la totalidad del equipo de ginecología del HECA.
El jefe del Servicio de Ginecología del hospital que ahora quedó en el ojo de la tormenta es Rafael Pineda. De familia de médicos, preside la Fundación de la Facultad de Ciencias Médicas y es director del Departamento de Bioética de la Universidad Austral. Pineda es considerado un “bronce” entre sus colegas que por tales méritos miran para otro lado cuando de aborto se trata. “Ya hace años tuvimos problemas porque se negaba a la entrega de anticonceptivos y la gestión del Partido Socialista siempre lo cubrió”, dice un delegado gremial del hospital a Las12. Y subraya que el personal de ginecología que no coincidía con su mandamás fue migrando a otros efectores públicos, ya sea por propia voluntad o por sugerencias que más bien sonaban a aprietes. “Pineda no se priva de nada, no aconseja a las pacientes el uso de anticonceptivos”, agrega.
Con estos precedentes está claro que una mujer en emergencia no podrá sentirse resguardada en el HECA. Mariana Palacios, representante de la multisectorial, cree que el ministro de Salud Miguel Angel Capiello debe informar de qué manera funciona la distribución de este tipo de profesionales en toda la ciudad y le dijo a Las12 que “lo que sucedió en Entre Ríos es un reflejo de lo que pasa en todo el país. Se concibe a las mujeres como meros contenedores y no se tiene en cuenta los efectos psíquicos y físicos que un embarazo no deseado puede traer”.
“A partir de lo sucedido en Entre Ríos, con las nefastas consecuencias que ello implica, queríamos sumarnos al reclamo de las compañeras de esa provincia en defensa de los derechos que nos corresponden a las mujeres y pensar qué es lo que pasa en Rosario, sobre todo a las mujeres pobres que no pueden acceder a las prácticas privadas y ponen en riesgo su vida en la clandestinidad, mientras algunos profesionales y funcionarios se escudan en cuestiones religiosas o políticas que no tienen nada que ver”, describen desde la multisectorial.
Con la mecha ya encendida, la intendenta rosarina Mónica Fein tuvo que salir a dar explicaciones y aseguró ante los medios que “cuanto antes” se apelará al traslado de personal o a la incorporación de nuevos médicos para asegurar los derechos sexuales y reproductivos en toda la red de salud.
Sin embargo, y acostumbrado a manejarse sin ningún tipo de límite, Pineda señaló ante los medios locales que los médicos del servicio no están dispuestos a realizar prácticas abortivas por un derecho constitucional que es la objeción de conciencia. “No es obligación mía conocer si están garantizadas esas prácticas en el hospital”, señaló. Como no podía ser de otra manera, Pineda se manifestó a favor de que la niña entrerriana siga adelante con su embarazo: “Están muy equivocados aquellos que piensan que los problemas se resuelven matando. Violencia con violencia no resuelve nada, asesinar a un feto en el útero es un hecho gravísimo que no resuelve ningún problema y que deja marcas indelebles en la psiquis de la mujer”, sermoneó para repetir nuevamente que “estoy luchando por el derecho a la vida desde que nací. Estudié para dar vida, no para matar a la gente”.
“Los que toman las decisiones son los sectores retrógrados”, indican desde la Multisectorial de Mujeres Rosario que, pese a la promesa de Fein, aseguran que hasta el momento “en Rosario no hay quien realice un aborto no punible”. Desde 2010, se puso en marcha el Registro de Objetores de Conciencia que prevé que cada trabajador complete un formulario donde responda si objeta alguna práctica, o si lo hace en algún caso. En este sentido, se puede clarificar si objeta la prescripción de anticonceptivos hormonales a menores de edad, o la ligadura de trompas en determinada situación, la atención posaborto o la vasectomía. A partir de esta información, la tarea del Ministerio de Salud era organizar los servicios de atención de manera que todos los usuarios del sistema tengan garantizados sus derechos.
La secretaria de Salud Pública, Adela Armando, recogió el guante y habló de traslados para garantizar que también en el HECA se vele por la práctica de los abortos no punibles. Pero, más allá de los actos de buena voluntad, desde la multisectorial prometen ir por más. Piensan que un médico como Pineda no puede seguir ocupando un puesto de tanta importancia y que la reubicación de los profesionales objetores es apenas empezar a tocar el huevo de la serpiente.
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