Vie 11.05.2012
las12

MUESTRAS

Otra desnudez es posible

La muestra fotográfica de Agustina Alonso muestra una diversidad de mujeres sin ropa, en una interpelación a los mandatos de belleza únicos con musas que encontró en Internet.

› Por Luciana Peker

Por L. P.

Gordas. Flacas. Marcadas. Blancas. Con matices. Pintadas por el sol. Despintadas. Arrolladas. Con rollos. Con panza. Pancita. Depiladas. Con vello. Depiladas salvo en el vello. De espalda. De frente. Paradas. Sentadas. Tatuadas. Con las axilas a la vista. Con rulos. Sin rulos. Con sus cuerpos desnudos que muestran la diversidad de la desnudez femenina.

La muestra impacta a primera vista. No porque el cuerpo desnudo sea una sorpresa. Si la propia vida cotidiana refleja el cuerpo femenino, la televisión y las revistas exponen hoy –más que nunca– la desnudez femenina. Pero cierta –segmentada, elitista y única– desnudez femenina. No sólo delgada, lisa, voluptuosa, intervenida, blanca, homogénea, tonificada y amordazada desnudez. Las fotos son más que un manifiesto en contra del cuerpo único, son una revalorización de la diversidad de pliegos del cuerpo puesto en exhibición, un rito que quita de la vergüenza la desnudez no única y la vuelve, simplemente, propuesta: otra desnudez es posible.

“El tema del cuerpo está y estuvo casi siempre en mi obra. Elegí la desnudez en mi obra porque, así como muchas transformaciones se hacen sobre el cuerpo, fue casi una necesidad trabajar sobre el mismo cuerpo al desnudo donde se ve todo, hasta lo que muchas veces se quiere ocultar”, cuenta Agustina Alonso, una porteña que apenas pasó los treinta. Ella estudió Artes en Regina Pacis y el IUNA, y fue seleccionada en las becas EcunHi. Participó en varias muestras colectivas con el formato de pintura, pero en los últimos años su obra dio un giro con la fotografía, aunque sigue jugando con la multiplicidad de plataformas de la mixtura entre las dos disciplinas.

La juventud se refleja en su experiencia. A sus musas las encontró por Internet. Eligió que sean desconocidas. Justamente porque decidió mirar –más allá de su ombligo– en un tema que desnuda el talón de Aquiles de muchas mujeres occidentales, nuestro propio cuerpo. “Me costó muchísimo encontrar modelos sin cuerpos perfectos, aún en el ámbito artístico, ya que la mayoría asocia modelaje con perfección. Algunas modelos tenían mucha conexión con su cuerpo y a otras les costaba un poco más, pero –por lo general– se sentían cómodas, principalmente, por el objetivo de las fotos”, describe. Y en su relato de la precuela de la desnudez –casi ese beso que ya sabe a piel– está también el tironeo constante de muchas de ellas, de casi todas nosotras, por la desinhibición en el punto G y, sin embargo, la mortaja de la cadera ancha. La contradicción permanente, la autocrítica que no cesa, el espejo aun donde no queríamos mirarnos, el elogio o la crítica que se ataja cotidianamente, el cerco desde donde no se puede salir y con el que hay que salir al lugar por el que batallamos –la salida a la vía pública– e ingresar a la intimidad en donde la desnudez también batalla contra la propia estima y el estigma de la imagen contemporánea.

“En realidad mi obra es una reflexión acerca de todo lo que atañe a los cánones de belleza impuestos y, a la vez aceptados, y buscados por la gran mayoría sobre todo de las mujeres. Esto no sólo incluye el tema de los talles, sino toda transformación que se puede hacer en un cuerpo, como las cirugías estéticas, los tatuajes, depilación definitiva”, describe, desnuda, devela, revela en sus fotos reveladas.

Sus fotos, en este caso, forman parte de una muestra colectiva en El Mirador Espacio –que se puede ver hasta el 1O de junio–, un nuevo espacio que se encuentra en San Telmo, que buscó valorizar más el talento que la trayectoria, y eligió a Agustina por su reflexión sobre cuerpo e identidad. Ella también desnuda sus sensaciones frente a esta nueva desnudez de sus ideas: “Esta exposición, particularmente, es más abrupta en la manera de exponer los cuerpos, ya que son posiciones frontales y algunos de gran tamaño, sin estar buscando el lado artístico ‘bello’ del desnudo”. Un desnudo que llama la atención hasta a los vecinos que pasan. No es la desnudez, es la desnudez diversa de la desnudez.

La muestra puede verse de lunes a sábado, de 11 a 19, con entrada libre y gratuita. Tel: 4361.0711/ [email protected] / www.elmiradorespacio.com / www.wix.com/agustinaalonso/arte

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