1) –¿De dónde surge la idea de Casi que no está?

–La escritura de la obra surge de una imagen generadora. Una pareja en la cama evoca situaciones del pasado. Yo estaba en un momento particular, en medio de una separación muy dolorosa (como suelen ser en general las separaciones), en conversaciones que duran días y no llevan a nada muy concreto. Esto me llevó a querer indagar sobre el recorte que hacemos de las situaciones vividas en el pasado. El sinsentido de buscar en la pareja a un otro que tapa huecos.

2) –¿Se puede “salvar” una relación desde la cama, como se plantea en la obra?

–Si bien el presente de la obra transcurre en la cama, como metáfora de la pareja, las situaciones que se recrean hablan de un pasado en común en distintas situaciones. El público es testigo, desde el inicio, de lo errático de esta relación. Sabemos desde la escena uno que esto no va a funcionar, lo dicen los personajes. Lo interesante es ver cómo se narra, la subjetividad que hace que la misma situación sea recordada de una manera radicalmente opuesta para cada uno de los personajes.

3) –Este es tu debut, ¿qué expectativas tenés?

–Me gusta la idea de poder ir de lo particular a lo universal. Que el público se sienta identificado con situaciones que viví, o que imaginé es una de las maravillas que tiene el teatro. También apunto a encontrar con el tiempo un lenguaje poético propio, seguir escribiendo, dirigiendo, actuando y produciendo por el mero placer de hacerlo.

4) –¿Las mujeres somos de pelearla hasta el final en las relaciones de pareja o eso sólo quedó para el teatro?

–Si bien es cierto que en el teatro hay muchas heroínas dispuestas a todo por amor, eso, por suerte, es sólo en el teatro. No creo que sea una cuestión de género. Las relaciones humanas, y sobre todo las amorosas, son más complicadas, más intrincadas, más enroscadas, y ésa es un poco la gracia.

5) –¿Tenés una próxima obra en carpeta o al menos en la cabeza?

–Tengo escrito un monólogo que empiezo a ensayar este año que es una suerte de reescritura de Los días felices de Beckett, pero traído a nuestros días, en donde una mujer se relaciona sólo con el exterior por medio de Internet, teléfono, skype, etc., sin darse cuenta de la soledad que esto implica. Por otro lado estoy haciendo acopio de material para un proyecto que habla de lo que es ser argentinos en relación con otros países de Latinoamérica.

6) –¿Hay algo de lo que te avergüences?

–Me da vergüenza la gente con cirugías estéticas notorias en la cara y el cuerpo. La cultura del todo bien. La gente que tira basura en la calle. Yo misma intentando hablar de mí. La solemnidad de las celebraciones: el “ahora se come, ahora se baila, ahora mirás el video”. Las obras de teatro en donde los actores se meten con el público.

7) –¿Para qué te considerás imprescindible?

–Para ordenar el placard de mi novio.

8) –¿Qué opinás del aborto?

–Estoy a favor de la despenalización. Me parece obsoleto que se siga debatiendo desde cuándo un embrión es persona. Los abortos se hacen y si no se tienen los recursos económicos suficientes se hacen en situaciones precarias. El Estado tiene que poder garantizar las condiciones necesarias para que se haga en un ámbito de higiene y salud.

9) –¿A qué no podés decirle que no?

–A la comida hipercalórica que me prepara mi novio. A mi gato Felipe amasándome la panza con sus patitas embarradas. A los amigos teatreros que me convocan para participar en sus proyectos.

10) –Si pudieses convertir en ley un proyecto, ¿cuál sería?

–Cualquiera que contemple las necesidades básicas de todos los seres humanos.

* Egresada de la carrera de Dramaturgia de la Escuela Metropolitana de Arte Dramático de la Ciudad de Buenos Aires (EAD). Casi que no está puede verse los viernes a las 21 en Elefante Club de Teatro, Guardia Vieja 4257.