Dos textos del autor Santiago Loza se estrenaron recientemente: Mabel y Todo verde. Loza nos sigue deleitando con esa mirada aguda y sensible que tiene sobre mujeres que encierran una vida interior de alto vuelo. Mabel, dirigida por Carlos Casella e interpretada por Mabel Salerno –la cantante de Mabel y Los Inmaculados y del grupo del rock infantil Papando Moscas–, y Todo verde, dirigida por Pablo Seijo y actuada por María Inés Sancerni –que también se la puede ver en Estado de ira, de Ciro Zorzoli, y que puede ser recordada por su gran papel en El niño argentino, de Mauricio Kartun–, nos proponen estéticas y mundos casi opuestos.

Todo verde podría ser una historia de desamor. Una mujer de pueblo que está sola y tiene un oficio heredado –de repostera– y no mucho más para hacer en sus días largos. La llegada de “la Claudia”, una forastera, la conmueve y le revela otro mundo desconocido. Su cotidianidad se altera, se distorsiona y no sabe qué hacer con eso que siente (¿amor, pasión por una mujer, admiración, amistad, inquietud?). En la austeridad de ese espacio, una luz se impone desde la ventana y un sonido que irrumpe: hay un “adefesio espantoso que me regaló Claudia”, dice la mujer. Un loro que dice guarangadas con crujidos molestos e interviene en su relato una y otra vez.

El director y amigo de la actriz Pablo Seijo se propuso llevarla a transitar otros aspectos de su actuación. Para Sancerni, “Pablo quería trabajar algo particular conmigo, de mi expresión, llevarme a otro lugar y yo me dejé llevar todo lo que pude. Hace más de veinte años que hago teatro, pero nunca había actuado sola en el escenario y realmente admiro mucho a quienes lo hacen. Este trabajo me ayudó a vencer el miedo y sostener para el público un texto maravilloso durante una hora. Trabajamos en que tuviera una expresión atractiva e invitara a seguir el relato y no distraer con grandes movimientos: quedar a la intemperie por completo y dejarme atravesar por las palabras y toda esa emocionalidad del personaje”.

El proceso creativo de Mabel fue distinto. Hace rato que Santiago Loza y Mabel Salerno querían trabajan juntos, así es que ella le propuso escribir sobre el personaje que ella interpreta cuando canta con Los Inmaculados. Mabel es un espectáculo de teatro musical muy minimalista –como le gusta decir a ella–. Canta temas de Rafaella Carra, de Ada Falcón, de Lola Flores, entre otras. En el estudio de Julio Chávez comenzaron los ensayos de la mano del director Juan Parodi, quien tuvo que dejar el proyecto y se sumó Carlos Casella, con quien ya venían trabajando juntos o cantando –él como su galán invitado en los conciertos de Mabel– o codirigiendo. Quién mejor que su propio galán para conocer cada entredicho o entrepierna de su personaje. Mabel es una antidiva, así la han bautizado. Una antidiva desbordada que le canta al amor, que para ella es lo más importante en su vida. Es una idealista, un personaje en el que todos se pueden reconocer y no que tiene vergüenza de mostrar sus debilidades y fortalezas. Mabel es kitsch y dice Mabel Salerno que “evidentemente no puedo zafar de eso, debo emanar ese estilo de mis entrañas. En el espectáculo cuento una historia de amor con un tal Eugenio y las canciones que canto fueron elegidas con mucho detalle. Jape Ntaca (arreglador y guitarrista de Los Inmaculados) participó de los ensayos y compuso músicas originales que acompañan y le dan clima al relato”.

Mabel. Sábados a las 20.15. La Carpintería. Jean Jaurès 858. 49615092. $60.

Todo verde. Jueves a las 21. En agosto, a las domingos 17. Elefante. Club de Teatro. Guardia Vieja 4257. 48612136. $40.