1) ¿De qué se trata su proyecto en construcción?

–Nos perseguía la idea de hablar de los sueños, de los deseos, pero no de la manera en la que en general se tratan estos temas, y por eso comenzamos a crear, hace ya varios meses, Dos Negras sobre Silencio de Blanca. Queríamos escapar de aquella cosa pegoteada donde la ensoñación tiene que ver con algo inasible, más bien queríamos hablar de lo contrario, de eso que quedó detenido en algún momento de la vida y nunca lo llevamos a cabo. Ahora bien, ¿cómo se hace esto?, intuimos que imaginando, intentando comprender primero el hastío de estas dos mujeres, luego su decepción, y finalmente a raíz de circunstancias externas, sus anhelos más profundos, que no son otra cosa que aquello que desearon en su niñez y la vida se encargó de alejar cada vez más. Son dos empleadas domésticas que escapando de su cotidiano deciden montar una peluquería en la pensión donde viven, ante la supuesta muerte de la dueña. Ellas se permiten imaginar otra realidad para sus vidas, en el medio de un patio, en un conventillo del barrio de Flores.

2) ¿Cuál es el interés que merece?

–El interés más puntual habita en lo terrenal que atraviesa la obra, en estas dos mujeres que tienen “los pies en el barrio y el grito en el cielo”, en ellas que limpian otras casas, otros baños, cambian otros hijos, que llegan a un límite y ya no quieren ver sólo los sueños ajenos, sino también los de ellas.

3) Si fuera un producto, ¿cómo sería su slogan?

–“Destruyendo trapos de lustrar”.