En Argentina el 95 por ciento de los recién nacidos recibe leche materna, pero sólo el 54 por ciento de los bebés menores de seis meses de edad toma la teta de forma exclusiva y, una vez cumplidos los seis meses, este porcentaje disminuye, ya que únicamente un 30 por ciento de los bebés sigue siendo amamantado una vez que incorporan los alimentos. Este dato tiene que ser utilizado con cuidado, ya que sin una licencia materna de seis meses para las madres, ni lactarios en los trabajos, ni siquiera estabilidad laboral con reducción por lactancia materna para todas las trabajadoras, se puede lograr culpabilizar a las mujeres en vez de sacarles su mejor leche para que puedan amamantar de forma exclusiva por seis meses y continuar por un año o más.

Por eso, hay que apuntar, además de a la conciencia sobre la lactancia, a la generación de políticas públicas. Pero, para contextualizar, es interesante la comparación con Uruguay, en donde un 98,4 por ciento de los recién nacidos son amamantados con leche materna pero un 65 por ciento recibe leche materna exclusiva hasta los seis meses, una cifra más alta que la de los bebés argentinos. En este contexto, Unicef lanzó su campaña para los dos países “Amamantar es dar lo mejor de vos”, junto a Natalia Oreiro, embajadora de Buena Voluntad para Argentina y Uruguay y protagonista de la novela Solamente vos, que se sacó una foto junto a su hijo Merlín para generar conciencia sobre los beneficios de la lactancia materna durante los dos primeros años de vida.

La Organización Mundial de la Salud, en conjunto con Unicef, recomienda el inicio de la lactancia materna en la primera hora de vida del niño y la prolongación de la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses. A partir de ahí, se pueden introducir alimentos adecuados a la edad del niño/a y es beneficioso complementarla, si es posible, con leche materna hasta los dos años de edad.