El “Salgan, chicos” en vacaciones de invierno se termina y el espectáculo musical Locos recuerdos también se despide en el Teatro Nacional Cervantes, para emprender su gira por el interior del país con el Plan Federal de Giras Nacionales organizado por esta institución. Para los padres y madres, tíos y tías, abuelos y abuelas y compañeras que tuvieron la oportunidad de ver su versión original allá por el año 1995 en el Teatro San Martín, y para los niños que enhorabuena tendrán la oportunidad de apreciar la obra del entrañable Hugo Midón, este es el último fin de semana para disfrutar de uno de los montajes más bellos en uno de los edificios teatrales más destacados de esta ciudad.

“Las personas más queridas están siempre en nuestra vida, las personas más queridas no se pueden olvidar...” cantan unos payasos desopilantes en Locos recuerdos, un homenaje “construido con la emoción que a cada momento se fue generando inevitablemente al evocar la figura y el talento de Hugo Midón”, dice el programa de mano. Locos recuerdos tiene libro y letra de canciones de Hugo Midón, con música de Carlos Gianni y con dirección de Lala Mendía, asistente de dirección en muchas de las obras del director.

Roperos antiguos entre pajonales dividen un adentro y afuera difuso provocando la imagen de nostalgia, de abandono, de exterior e interior juntos, de buhardilla donde algunos payasos se ocultan o se hacen ver entre cortinas de humo para hacer de las suyas. Esa es la historia, la de un grupo de payasos que hacen payasadas cantando, bailando, jugando.

Como homenaje a esta obra y a la gran obra que Midón nos ha legado en Locos recuerdos, se pueden ver escenas antológicas de Vivitos y coleando, gracias a las narices rojas que se ponen estupendos actores como Omar Calicchio, Alejandra Perlusky, Gustavo Monje, Denise Cotton, Jorge Maselli, Sebastián Holz, Mariela Kantor y Pilar Menéndez. Con escenografía de René Diviu, coreografía de Diego Bros, vestuario de Mónica Toschi e iluminación de Leandra Rodríguez, cada detalle es cuidado por parte de este equipo profesional técnico.

Un sinfín de carcajadas y lágrimas le sacarán estos payasos a la platea porque surtiditas emociones le provocan, de aquellas que no se borran. Mientras una payasa se pone los zapatos y sale a caminar, otros se preguntan sobre cómo sortear los problemas: “porque el mayor de los problemas es hacer la vista gorda..., así que mejor es gastar los zapatos en la fiesta de la vida y en el baile del amor”. También estará Aladino, con una mamá que le aconseja no ir a Argentina, pero ante la insistencia de su hijo mago, lo dejará ir aunque con muchos consejos de madre hinchaquinotos, en clave musical milonguera. Otra de las escenas estará dedicada a la obsesión de una payasa por la limpieza y otra a la de un payaso tanguero, que con un cepillo de dientes amarillo se jacta de sus dientes blancos bien blancos. Y para las chicas, una de género. Habrá una escena gloriosa donde una Cenicienta con borceguíes y vestido informal no querrá casarse con el príncipe y cantará: “Las hadas me traen vestidos de tul y quieren que cambie urgente mi look/ no tengo derecho a ser como soy, qué tanta princesa querido Perrault.../Quiero hacer la mía, yo quiero ser yo/ no mandes tu príncipe al menos por hoy/...”.

Locos recuerdos. Hoy, mañana y el domingo, a las 15. Teatro Nacional Cervantes. Libertad 815. Entradas al 4816-4224. O por Ticketek: 5237-7200. $ 40.