INTERNACIONAL
Tras años sin saber de ellas, dos insumisas heroínas de la tevé resucitan: una ya tiene peli asegurada; la otra, con rumores de film cada vez más fuertes. Vuelve Veronica Mars, y Buffy, la cazavampiros, anda con ganas.
› Por Guadalupe Treibel
En ciertas universidades de Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Canadá o Londres existen materias de estudios culturales que enseñan acerca de Buffy, la cazavampiros. En serio. Aún hoy, diez años después de que Sarah Michelle Gellar haya abandonado definitivamente la estaca para dedicarse a historias –en pantalla chica y grande– menos felices que aquella donde le ponía el cuerpo a Buffy Anne Summers, la blonda porrista devenida en ácida, perspicaz y sufriente (como cualquier buena heroína) salvadora del mundo. A tal punto es la riqueza del entretenido show que los Buffy studies (léase, estudios sobre Buffy) se han materializado en cientos y cientos de artículos analíticos, libros académicos y estudios de grado que siguen diseccionando el programa de la mítica slayer desde luces filosóficas, psicológicas, sociológicas y, sí, de estudios sobre la mujer. Eclécticos títulos como “Los vampiros reales no usan shorts: La estética fashion en Buffy, la cazavampiros” o “¿Matándonos suavemente? Una búsqueda feminista por la verdadera Buffy” ilustran de maravilla la cuestión.
Bien por Buffy. Al fin y al cabo, no todos los días la tevé mainstream de los ‘90 presentaba a una jovencita de aparente debilidad que, de buenas a primeras, se la mandaba a guardar a cuanto vampiro (o ser de ultratumba) se le cruzara por delante. La ecuación estaba rota: la chica rubia no moría en manos de predadores sexuales; los volvía cenizas. Y en un mundo patriarcal, ella y las muchachas de su scooby pandilla llevaban los pantalones de cara al apocalipsis: las brujitas Willow y Tara, la demoníaca Anya, la –otra– cazadora Faith, la hermana menor Dawn, todas eran mujeres poderosas, relevantes, fuertes. Al combo se le sumaban, por supuesto, otras bondades: guiones innovadores (en el capítulo “Hush”, por ejemplo, los personajes perdían su voz y, durante los primeros 30 minutos, el show era puro silencio), amores imposibles (AngelBuffySpike), una de las primeras relaciones lésbicas contadas con madurez y respeto en una serie teen (Willow-Tara), relaciones hétero donde las partes se trataban y actuaban como verdaderos pares, entre otras loables cuestiones.
Pero, ¿por qué hablar de la joven ducha en estaca una década después de que el programa ha finiquitado? Sencillo: lejos del mero reflejo aniversario, ciertos rumores han despertado el entusiasmo de fanáticas que hace rato piden bonus track. Es que, en una entrevista que la Gellar dio al canal de noticias E! News, aseguró que la idea de un film de Buffy no sería tan descabellada. “Con Joss Whedon –creador del show–, siempre hablamos de hacer una película. Con el guión adecuado, definitivamente nos embarcaríamos en la tarea. ¿Cómo no hacerlo? Estoy increíblemente orgullosa de ese programa, de todos los que estuvieron involucrados en él, de lo que hicimos”, planteó la treintañera Sarah que, luego, se despachó con un chiste sobre el arma venidera para la ya no tan adolescente Buffy: “A esta altura del partido, tendría que reemplazar la estaca por un andador y llegar cojeando...”. No es para tanto, Sarita; seguro te queda algún paso ninja.
Cuestión que, a partir de las declaraciones de SG, comenzaron las especulaciones y muchos fans prometen que, a cambio de ver a su querida cazavampiros nuevamente, ellos mismos financiarán el proyecto. ¿Cómo? A través del no tan novedoso sistema crowdfunding –es decir, plataformas virtuales que reúnen cash de gente para que ciertos proyectos artísticos vean la luz–. No sería la primera vez que ocurre; de hecho, gracias a una horda de entusiastas que insistieron, insistieron e insistieron y pusieron pesito sobre pesito, otra memorable heroína de tevé volverá del recuerdo y ya está filmando una peli. Sin estaca pero con equipo detectivesco e instinto a flor de piel, Veronica Mars –la “Nancy Drew moderna” que tuvo aire por tres temporadas entre 2003 y 2007 y, para desencanto de sus seguidores, fue cancelada sin demasiadas explicaciones– es un hecho, con tráiler y todo. Igualmente, paciencia: habrá que esperar hasta el año próximo para ver el largo terminado.
Aun cuando los nostálgicos no tendrán problema en recordar a la encantadora, levemente cínica, intuitiva y perspicaz adolescente de 17 años (Vero), un pequeño recordatorio para los distraídos: la chica Mars no sólo iba al cole y compartía cenas con su buenudo papá detective, también resolvía escabrosos crímenes y misterios por cuenta propia –para sorpresa de adultos y compañeros de cole que siempre intentaban desacreditarla–. Ojo, nunca se dejó apabullar, así de piola era. Tampoco se privó de sus buenos romances, para gusto de una platea encantada por sus idas y venidas acorazonadas.
Y, en honor a la verdad, pocas plateas más fieles que la suya. A tal punto que Hollywood ha quedado azorado por la respuesta de los seguidores. Es que cuando Rob Thomas, creador del show, anunció el pasado marzo que finalmente saldría una peli, pero necesitaba juntar el cash vía Kickstarter, los fans no dudaron en aportar su billetito y, ¡en menos de 12 horas!, completaron los dos millones de dólares necesarios para hacer la peli. Es más: siguieron depositando hasta que la campaña crowdfunding se convirtió en la más exitosa en la historia de la web, llegando a los casi seis millones. Flor de revancha para el personaje que popularizó Kristen Bell y que, ahora, vuelve en formato ampliado.
¿Moraleja? Algunas heroínas son difíciles de sacudir y, aun cuando nuevas tiras aparecen y se multiplican, los buenos referentes de género (y armas tomar) mantienen su lugar en corazoncitos fieles que piden más y mejores roles femeninos y, cuando los encuentran, no los dejan ir. O, mejor aún, los traen de vuelta.
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