El falso Síndrome de Alienación Parental (SAP) es utilizado, en muchos casos de violencia de género y, especialmente, de abuso sexual para ningunear la palabra de niños y niñas que acusan a sus padres de lastimarlos diciendo que ellos/as repiten lo que sus madres les metieron en la cabeza. Esta manera de callar a los chicos y chicas y de obstaculizar los juicios de violencia familiar no es excepcional sino sistemática.

Pero un paso a favor se dio en la Cámara de Diputados, donde un proyecto de resolución (que requiere ser tratado por sólo una de las cámaras y por eso no necesitaría pasar al Senado) le baja el pulgar a la fundamentación del SAP. Por ahora, el proyecto ya tuvo el visto bueno en la Comisión de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia con el acuerdo de todos sus miembros, y ahora tiene que ser tratado en las próximas sesiones de la Cámara baja.

La diputada que lo impulsa es Gladys González (del PRO), vocal de la Comisión de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia, y apunta: “El uso del SAP en los procesos judiciales nos alerta no sólo sobre la temática del abuso sexual infantil por parte de los progenitores varones, sino también sobre la violencia de género e institucional que sufren las madres de esos niños. Lo que hemos logrado con este dictamen es sin duda importante, pero es sólo el comienzo de una lucha por visibilizar el tema, combatiendo tabúes, patrones culturales patriarcales, en consecuencia ausencia de perspectiva de género en muchos de los actores e instituciones de los tres poderes del Estado, y lamentablemente el lobby de algunos padres abusadores con poder”.

Si se aprueba, las madres en disputa judicial sumarían una herramienta parlamentaria para argumentar que el SAP es contrario a la ley de protección integral de los derechos de los niños, niñas y adolescentes y no cuenta con el respaldo ni el reconocimiento de la comunidad científica.