Arrojaría a una hoguera universal la falta de conciencia, la creencia de que todo pasado fue mejor, siempre reforzada por la frase “En mi tiempo (¡vaya a saber cuál!) esto no pasaba”. Arrojaría gustosa la creencia de que los únicos corruptos son los políticos; la vana melancolía, que huele a agua estancada; la duda insoportable, la escasa práctica de pensar en el otro, de pensar en uno mismo. La poca fe, el miedo, ¡claro que lo arrojaría! Las palabras fáciles, la falsa bohemia. Ojalá esta misma hoguera me escupiera todas esas cosas transformadas cada una en su antítesis. Quizá sea un laburo interno maravilloso... Pero ése es otro capítulo, ¿no?

* Cantante. (Dúo El Filón. Acaba de lanzar su segundo disco, Sinrazón.)