Parece otro país, pero fue acá nomás, una década atrás. Las manzaneras bonaerenses presionaban para que el Estado no las dejara desamparadas a la hora de pedir anticonceptivos. Sus derechos estaban tan vacíos como los placards de las salitas de salud. Todavía falta. Mucho. Pero una de las más importantes conquistas de la democracia es el acceso a la anticoncepción gratuita.

En la provincia de Buenos Aires –donde viven más de ocho millones de mujeres– se cumplieron diez años de la ley provincial que creó el Programa de Salud Reproductiva y Procreación Responsable que actualmente coordina Marisa Matia. En un informe de memoria de gestión se informa que se repartieron más de 55 millones de anticonceptivos (aunque la primera compra provincial se hizo recién en el 2010) distribuidos durante los últimos diez años. También se resalta que en cuatro años aumentó del 31,8 al 42 por ciento la cantidad de mujeres que siempre se cuidan en sus relaciones sexuales.

También se asegura en el informe: “La mortalidad materna se redujo más de un 32 por ciento en los últimos dos años y, de este modo, la tasa bajó más de un punto en la provincia, al pasar de 4,3 a 3 mujeres fallecidas por cada 10 mil nacidos vivos, en 2012”. Pero la cifra que gatilla contra la vida de las mujeres sigue alta. Igual que la clandestinidad del aborto que, muchas veces, se convierte en una condena a muerte. “Es importante señalar que la mortalidad por aborto es un componente de la mortalidad materna y que en los hospitales de la provincia fallecieron en el año 2011, 92 mujeres por causas maternas, siendo el 34 por ciento de estas muertes por causa de aborto. De esta manera, al analizar la estructura de causas de la mortalidad materna, observamos que la mortalidad por aborto sigue siendo un grave problema de salud pública en el país y en la provincia de Buenos Aires”, alertan.