Vie 10.01.2014
las12

ALBúMINA

Ponerle el pecho

› Por Guadalupe Treibel

Desde que el mes pasado se confirmara la presencia de la siempre gloriosa Mujer Maravilla en Batman vs. Superman, próximo film del realizador Zack Snyder, las reacciones han estado al orden del día. Por un lado, lógico y comprensible alivio, en tanto su participación corregirá el barbárico hecho de que tamaña superheroína (icono feminista dedicado a la justicia, el amor, la paz y la igualdad de los sexos) nunca ha aparecido en pantalla grande. Durante años se han multiplicado los rumores de que Joss Whedon dirigiría una película centrada en ella, pero sólo han sido eso: rumores. Ni siquiera el fallido piloto de la NBC de 2011 para devolverla a la televisión tuvo éxito, razón por la cual hay alegría total por su regreso. Alivio y alegría. Pero, como era de esperar, no todos comparten el papel picado.

Y aunque no es novedad que los fanáticos comiqueros suelen indignarse al enterarse de ciertas elecciones actorales (el consagrado Ben –aka Batman–- Affleck todavía recibe insultos y ni siquiera se ha probado el traje), lo curioso/horroroso es el motivo por el cual están francamente enojados con la elección de la israelí Gal Gadot para hacer de titánica Diana Prince. ¿Les inquieta su calidad interpretativa? ¿Su habilidad con el lazo de la verdad? Pues no: es la falta de curvas y de nutrida delantera lo que los ha hecho poner el grito en el cielo. Tan flaca y chata la ven que hasta el periodismo se ha hecho eco y, la pasada semana, GG ha tenido que hacer de tripas corazón y contestar una pregunta lisa y llanamente ofensiva: “La Mujer Maravilla tiene senos grandes, ¿eso está por cambiar?”.

¿Su respuesta? Encantadora. “Mmm... Cualquiera puede comprar un par de tetas por 2 mil dólares, no se trata de eso. Además, la MM es una amazona, e históricamente estas mujeres tenían un solo seno. Así que, si realmente fuéramos estrictos con lo que el personaje demanda, eso sería... problemático”, ofreció, curada de espanto. Pobre Gal. Por lo menos tiene el visto bueno de la única voz autorizada: “La MM nunca ha sido una heroína promedio, porque su valor no reside en sus poderes sino en su ética. Es una figura que representa lo que está bien. La necesitamos en estos días. Me alegra que esté de regreso”, declaró la eterna Lynda Carter.

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