En la Argentina, sólo el 10 por ciento de las madres que tuvieron a su hijo a través de donación de óvulos les cuentan a sus hijos/as la verdad sobre el método con el que fueron concebidos. En Finlandia, en cambio, el 25 por ciento de las mujeres en igual situación relata el modo real de concepción. Las conclusiones surgen de la investigación “¿Cuántos niños conocen su modo de concepción?”, realizada por el CEGyr y que acaba de ganar el premio Dr. Miguel Correa.

En la Argentina nacen, estimativamente, alrededor de 800 bebés por año a través de donación de gametas. La encuesta se efectuó a 115 pacientes del instituto de fertilización que se habían realizado una ovodonación entre 2000 y 2008. Su promedio de edad es de 41 años y optaron por este tratamiento por tener baja cantidad o calidad de óvulos. Las conclusiones muestran que hay mayor voluntad en un relato sincero que una efectiva charla sobre la identidad. De hecho, cinco de cada diez encuestadas declararon estar dispuestas a contarle a su o sus hijos/as sobre la ovodonación, pero sólo el nueve por ciento ya lo contó.

“Este bajo índice de revelación fue un dato que nos sorprendió, pues luego del proceso de asesoramiento que las parejas habían recibido antes del tratamiento, el 80 por ciento consideraba que les contaría a sus hijos sobre la ovodonación. De aquellas madres que le piensan contar, pero aún no lo han hecho, el 69 por ciento declaró que lo harán a partir de los ocho años o cuando el niño sea más grande”, precisó el psicólogo Darío Fernández, Coordinador del Comité de Bioética de CEGyR. Mientras que el médico Sergio Papier subrayó que cuando llegan a adultas las personas piden conocer su origen: “En el mundo hay ocho estudios publicados sobre la donación de semen (que es mucho más antigua) y los hijos quieren saber por lo menos que fue por donación”.